China - Reflexiones Orientales 东方深思
Los habitantes de lo que ahora es la República Oriental del Uruguay fueron y son conocidos también como “orientales”. Este oriental, después de 17 años de vida en Uruguay y Argentina, aterrizó en China en 1975 y desde entonces sigue relacionado a ese “otro” Oriente, donde residió casi un cuarto de siglo y al que sigue vinculado activamente. Esta página pretende reflexionar, contar, compartir pensamientos, historias y experiencias de China, de ayer y del presente.
05 febrero, 2023
02 febrero, 2023
Uruguay y China celebran 35 años de relaciones diplomáticas
Este viernes 3 de febrero se celebran los 35 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Oriental del Uruguay y la República Popular China. Si ya en el 2018, al cumplirse tres décadas de esas relaciones, los lazos políticos, institucionales, económicos y culturales entre ambos países habían alcanzado niveles que podríamos calificar como de espectaculares, ahora, cinco años más tarde, éstos han subido un escalón más. Y todo ello en un contexto en el cual en los últimos tres años el mundo entero tuvo que hacer frente a dificultades y retos inimaginables debido a la pandemia de la Covid.
La crisis sanitaria mundial fue una prueba de fuego para las
relaciones bilaterales. En este sentido hay que recordar cómo en febrero de 2021 llegó a
Montevideo el primer lote de vacunas chinas contra la Covid-19, como resultado de
las gestiones al más alto nivel realizadas por el presidente Luis Lacalle Pou y
su homólogo chino Xi Jinping, así como de las gestiones de las representaciones
diplomáticas de ambos países en Beijing y Montevideo, encabezadas
respectivamente por los embajadores Fernando Lugris y Wang Gang.
Aparte obviamente del dolor por las víctimas causadas por
esta pandemia, la Covid generó también enormes dificultades en el comercio
mundial, en especial en la logística y el transporte marítimo, lo cual originó un incremento de los costes y grandes retrasos
en los plazos de entrega. Las estrictas medidas tomadas por las autoridades
chinas para salvaguardar la vida de su población agravaron aún más esos
problemas y los principales puertos del país asiático quedaron “atascados”
hasta hace sólo unos meses atrás.
La imposibilidad de realizar viajes de negocio a China o de
tener una participación presencial en importantes ferias del país, fueron
también efectos negativos de la pandemia a los que debemos agregar el enfriamiento en el crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.
Después de una caída de las ventas de bienes uruguayos a China en
el 2020 como consecuencia de esos efectos adversos, hemos visto, sin embargo, un incremento
continuo en el 2021 y 2022, años éstos también de muchas dificultades. El año pasado las exportaciones uruguayas a
China crecieron un 12 % en relación con 2021 y por primera vez rompieron
la barrera de los 3.500 millones de dólares, según datos de Uruguay XXI.
China es desde el 2013 el principal cliente de las exportaciones uruguayas
Con solamente mencionar que la República Popular China es
desde hace ya una década el principal socio comercial de Uruguay y el destino número
uno de nuestras exportaciones ya sería suficiente para demostrar la importancia
que tienen para nuestro país las relaciones con el país asiático.
Con el fin de resaltar a qué nivel se ha llegado en tan poco espacio de tiempo, podemos citar al embajador chino en Montevideo, Wang Gang, quien ha declarado que "el volumen comercial bilateral ascendió a 7.441 millones de dólares en 2022, batiendo un nuevo récord histórico, 60 veces mayor al de 1988, año del establecimiento de nuestras relaciones diplomáticas." Según fuentes chinas, además, desde el año 2017 hasta la actualidad, el comercio sino-uruguayo creció en un 50 %.
Por último para darnos cuenta de la dimensión de esto vamos a recordar que el porcentaje de lo vendido a China (28 %) el año pasado supera a todos los bienes exportados por Uruguay a Brasil y Argentina juntos (14 % y 9% respectivamente), así como a toda la Unión Europea (15 %).
También es motivo de satisfacción el ver cómo paulatinamente se va diversificando la oferta uruguaya a China. Cuando en 1988 se establecieron las relaciones diplomáticas, y durante años posteriores, la lana era el principal rubro de nuestras exportaciones que entonces apenas superaban la cifra de los cien millones de dólares.
En la actualidad, y desde hace años, la carne es el
principal producto de las ventas uruguayas. El año pasado representó un 40 % de las
exportaciones, seguida por la soja. En la canasta de productos exportados
también destacan los lácteos, la madera o la celulosa.
El desarrollo económico y social de China como catalizador de las exportaciones uruguayas
El desarrollo económico, y en especial social, que ha
experimentado China en las décadas recientes, y principalmente en los últimos diez
años es algo reconocido por los principales organismos internacionales e
incluso por aquellos más críticos con el país asiático.
El 25 de febrero del año 2021, el presidente chino Xi Jinping indicó en el Gran Palacio del
Pueblo de Beijing: "Hoy declaramos
solemnemente (...) un completo éxito en la lucha contra la pobreza en el país".
El espectacular incremento en la demanda china de carne, lácteos, frutas, aceite de oliva, vinos y otros productos
agroalimentarios de todas partes del mundo son una prueba de cómo ha mejorado de forma creciente el nivel de vida de sus ciudadanos. Son muchos los ejemplos de
países con altas tasas de crecimiento económico, en algunos casos superiores a
las de China, pero donde sus ciudadanos siguen viviendo en condiciones de
extrema pobreza.
Lo destacable en el caso de la República Popular, en comparación con muchos otros países (podríamos poner como ejemplo a India) es que su desarrollo económico se ha visto reflejado de forma palpable y general en la mejora de las infraestructuras del país y de muchos aspectos relacionados con su sociedad. La mejora del nivel de vida de millones de ciudadanos chinos es lo que ha generado una demanda creciente de productos que países como Uruguay pueden aportar al país asiático.
Por decirlo de forma sencilla, sin el desarrollo social alcanzado no veríamos en los supermercados o restaurantes chinos carne uruguaya o productos de Conaprole
El importante papel jugado por la embajada de Uruguay en China
Ese desarrollo social alcanzado por China ha sido pues una condición necesaria para transformar al país en un gran consumidor de carne y productos agroalimentarios, pero no suficiente para que Uruguay se haya convertido en uno de sus principales proveedores en este campo.
La existencia de una gran demanda china, siendo algo bueno, hace al mismo tiempo que la competencia dentro del mercado sea muy fuerte. Muchos han sido y son los esfuerzos que ha tenido y tiene que realizar Uruguay en este sentido para haber alcanzado esos niveles espectaculares de ventas a la República Popular.
En comparación con cualquiera de sus competidores Uruguay fue el país que más tarde estableció relaciones diplomáticas con China. Argentina o Australia, por ejemplo, lo hicieron en 1972, quince años antes. Incluso Estados Unidos, gran exportador de carne, soja y cereales a China, las estableció en 1979, nueve años antes.
Aparte de esto, países como Australia o Nueva Zelanda pueden competir mejor que Uruguay ya que además de las ventajas geográficas tienen los beneficios de aranceles más bajos debido a acuerdos comerciales firmados hace ya muchos años atrás con la República Popular.
Al mismo tiempo, el chino es un mercado donde hay que
conocer y acatar muy bien todas las normas sanitarias relacionadas con productos
alimentarios, y donde los consumidores están cada vez mejor informados y son
muy exigentes.
Hacer que la calidad y características de nuestros productos
puedan ser conocidos y apreciados en el país más poblado del planeta, el
tercero más grande del mundo, no es una tarea fácil. Si tenemos en cuenta estos
dos factores -demográficos y geográficos- realizar labores de promoción
comercial o cultural en China es el equivalente a hacerlo en todo el continente
europeo. Eso es algo que pocas veces se tiene en cuenta cuando se ve el mercado chino desde afuera.
El trabajo realizado por la embajada de Uruguay y sus consulados
en Shanghai, Guangzhou (Cantón) y Chongqing, aparte
obviamente del de Beijing, ha sido fundamental para la promoción de nuestro país, nuestros productos, nuestra cultura. Eso ha sido así desde el principio en 1988 cuando se estableció la embajada en Beijing y de forma más destacada en los últimos años debido a los cambios que se han ido produciendo en China y en las relaciones bilaterales.
Debido a la crisis sanitaria, prácticamente durante tres años no pudieron realizarse visitas, y por eso gran parte del trabajo de promoción y apoyo al comercio con China fue realizado por la embajada uruguaya. Ésta ha sido y es muy activa y creativa en el uso de las redes sociales chinas y muy cuidadosa en la utilización del idioma chino, prestando también mucha atención a las relaciones con la prensa y participando de forma presencial o virtual en infinidad de actividades.
El auge del estudio del español en China ha sido también un
factor que ha posibilitado esas labores de promoción a todos los niveles: organismos
públicos centrales y regionales, universidades, institutos de investigación,
academias de ciencias, bibliotecas y museos, llegando también hasta el mundo del
deporte, en especial del fútbol.
Tampoco podemos olvidar las excelentes relaciones con la
Embajada de la República Popular China en Montevideo y que la cooperación recibida
de ésta y en particular de su embajador Wang Gang, han sido también claves para
los éxitos alcanzados.
Los retos del futuro
Si bien nunca ha sido fácil -para bien o para mal- hacer previsiones sobre China, en la situación actual del mundo -parafraseando a Mao podríamos decir que "hay un gran desorden bajo los cielos"- aún es más complicado.
En este "desorden bajo los cielos" tenemos, entre otros, los problemas del Mercosur y las relaciones con la Unión Europea y los Estados Unidos. Pero ese será tema de otras reflexiones.
Centrándonos en el tema de las relaciones bilaterales creo que hay razones para el optimismo, en especial después del fin de los confinamientos en China y de la apertura de las fronteras del país.
Con el riesgo que tiene esta afirmación, todo hace pensar que los niveles de vida y de consumo de los ciudadanos chinos no sólo no caerán sino que por el contrario podrían ir regresando a los niveles pre-pandemia e incluso superarlos.
Las grandes empresas de artículos de lujo, las líneas aéreas y el turismo internacional ya se están preparando para ello. Durante las últimas vacaciones por la Fiesta de la Primavera en China, se volvió a vivir por primera vez en años el fenómeno de turistas chinos en el exterior, siendo Tailandia y Singapur los principales destinos de los viajeros.
Las principales exportaciones uruguayas están directamente relacionadas con esos niveles de vida y de consumo y por eso los riesgos son menores que en otros sectores como por ejemplo la industria.
Al mismo tiempo, siempre teniendo en cuenta a esos millones de ciudadanos con un poder adquisitivo cada vez mayor, a Uruguay se le abren, o ya se le han abierto, nuevas oportunidades de negocios. Un ejemplo de ello es el de los vinos.
Una gran oportunidad para Uruguay, a mediano plazo, es el turismo chino. El país cuenta con condiciones naturales atractivas pero, al igual que pasó en Europa años atrás, el sector del turismo deberá aprender a conocer más y mejor las características de los visitantes que lleguen de la República Popular, y a adaptarse a nuevas costumbres y formas de trabajo.
Uno de los grandes problemas a resolver es el de los traspasos trasnacionales. Si un ciudadano uruguayo, argentino o brasileño tiene muchas veces que esperar horas para cruzar una frontera o pasar un control de inmigración y aduanas si viaja en barco, no esperemos que un turista chino haga lo mismo después de haber dado la vuelta al mundo para llegar a Uruguay.
En este sentido Brasil o Argentina serían los que saldrían ganando. Su gran extensión geográfica les permite tener una oferta muy variada aparte de que tienen buenas conexiones aéreas.
El embajador chino en Uruguay, Wang Gang, propuso ya en junio del 2021 la creación de "una ruta transnacional que integre los destinos de Argentina, Brasil, Uruguay y Antártida, dirigida a un sector de alta gama de la sociedad china que aún no conoce la región." Me parece una propuesta con mucho sentido, muy acertada y muy interesante .... si se pudiera materializar. Me temo, sin embargo, que lamentablemente no será tarea fácil debido al tema de los visados y de los cruces transnacionales.... y ojalá que me equivoque.
En todo caso, creo que Uruguay y China pueden estar satisfechos, después de 35 años, por el nivel alcanzado en sus relaciones bilaterales y podrán mirar el futuro con optimismo esperando festejar con más fuerza aún los 40 años de lazos diplomáticos.
Pablo Rovetta Dubinsky
@PabloRovetta
08 noviembre, 2022
Era 1889 y un emisario chino de la dinastía Qing pasó por Montevideo
Es muy posible que aún no figure en la lista de visitantes ilustres de Montevideo, y por eso nos gustaría rescatar la historia del primer representante oficial chino que estuvo en Uruguay hace ya más de 130 años y que dejó constancia por escrito de su paso por la capital, con una detallada descripción del país.
Nos estamos refiriendo a Fu Yunlong, “emisario
en viaje al exterior” del emperador chino Guangxu de la dinastía Qing quien, en
una misión por el continente americano, llegó al puerto de Montevideo un 2 de marzo
de 1889, proveniente de Valparaíso y de paso hacia Brasil.
En realidad, en el año 2018 ya tuvimos
oportunidad de mencionar los detalles generales de esta historia en la entrada La historia apasionante del primer emisario de una Dinastía china que viajó a América Latina en el Siglo XIX cuando el profesor Wang Xiaoqiu, después de veinte
años de trabajo, hizo público el resultado de su investigación sobre un tema
prácticamente desconocido en las relaciones entre China y América Latina (Nota 1) Esta vez, sin embargo, vamos a centrarnos en su paso por Uruguay.
Todo comenzó a finales de la década
de los 80 del siglo XIX cuando el gobierno Qing decidió enviar a un grupo de
emisarios itinerantes por diversas regiones del mundo con el propósito de
conocer y dejar constancia por escrito de todos los detalles de los países que
visitaban.
Entre ellos, Fu Yunlong, un
funcionario de bajo nivel pero muy interesado en la geografía y la historia,
fue seleccionado mediante exámenes para realizar un viaje oficial a Japón, EE
UU, Cuba, Perú, Brasil y Canadá.
En total estuvo tres meses y medio en
América Central y del Sur, y aprovechó también para visitar países y lugares
que no estaban incluidos en su misión, pero por los cuales pasó durante su
viaje. Es el caso de Uruguay a donde llegó después de haber cruzado el Estrecho
de Magallanes en el buque “Sorata” de la Compañía del Pacífico (Pacific
Steam Navigation Company PSNC).
La nave británica llegó a Montevideo
en la madrugada del 2 de marzo de 1889 y tuvo que esperar al amanecer para atracar
en el puerto. El funcionario chino estuvo dos días en la ciudad, regresando por
las noches para dormir en el barco, antes de partir el 4 con destino a Río de
Janeiro.
Fu Yunlong dejó registro de muchas
cosas relacionadas con Uruguay y Montevideo. Como indicó en el año 2004 uno de
sus descendientes, Fu Xuncheng, “de su paso por
Uruguay las pequeñas notas de unos 300 caracteres que escribió fueron suficientes
para que la gente tuviese una idea general del país”.
Segmento ampliado del mapa donde se
destaca, en rojo, su ruta en América del Sur
No hay constancia de que haya tenido ningún encuentro con autoridades uruguayas, si no lo hubiese reflejado, teniendo en cuenta lo detallista que era en sus apuntes de viaje. En todo caso, el año de su llegada la República Oriental estaba presidida por el general Máximo Tajes.
Llama la atención toda la información
que dejó escrita sobre nuestro país, a pesar de que no era uno de los objetivos
que le había planteado el emperador. Algo similar ocurrió en el caso de Chile.
Lo primero que hace es citar correctamente la ubicación de Montevideo (latitud 34º 53’ S y longitud 56º
05’ O) y de Uruguay. “El país está situado al Sureste del continente de
América del Sur. Va desde la latitud 30º 15’ S, al sur de la línea del Ecuador,
a la 35º 15’ S.”
Para ubicar la posición de Uruguay en
el eje Oeste-Este de la Tierra, sin embargo, toma como referencia el meridiano
que pasa por Beijing y no el de Greenwich, decisión que parece lógica ya que su
objetivo era posicionar a Uruguay en relación con China. De esta forma,
considerando a la capital china como “latitud 0”, al mencionar el ancho de
Uruguay indica que “Su longitud va, partiendo de Beijing hacia el Oeste, desde
el meridiano 169º 15’ hasta el meridiano 174º 15’ ”. La medición que hace
es exacta. (A los 116º de latitud Este de Beijing, le suma respectivamente, los
53º y 58º de latitud Oeste de Uruguay).
Aunque las cifras que registra sobre
la población no parecen muy exactas (habla de 300.000 habitantes), sí hace
mención a una realidad, y es el gran número de extranjeros que existía entonces
en Uruguay, lo cual lo “asombra” (los cifra en 110.000) destacando que son “en
su mayoría italianos.” “No hay
ningún chino” -escribe- “pero sí un solo japonés”, aunque aclara que
es parte de la tripulación de un buque de guerra de los Estados Unidos, y
“no es un residente extranjero”.
Explica a continuación que el país
formaba parte del Virreinato del Río de la Plata (él dice simplemente “el
país pertenecía a La Plata”), y que Brasil intentó conquistarlo, sin éxito,
y al final se constituyó en un estado independiente. También deja constancia de que el idioma que
se habla es el español y de que en Uruguay hay productos agrícolas frescos y
ganado.
“El río Uruguay es el más grande del
país.” “Al norte del puerto hay una colina
redonda, de pocos cientos de metros de altura, … , sin picos ni barrancos”
escribe refiriéndose al Cerro de Montevideo a quien compara con un mantou,
un panecillo redondo chino hecho al vapor.
Relata que al Noreste hay arena y que
las construcciones están concentradas en el Este. Parece que la ciudad le gustó
ya que escribe que su aspecto es “mucho, mucho mejor” que el de Valparaíso.
También destaca que ve mucha
actividad en el puerto. En la zona donde está atracado su barco dice que los
mástiles forman una especie de “bosque”. “Hay muchas naves amarradas, nueve
de ellas son de vapor, mientras los buques pequeños van y vienen.”
La primera noche “las nubes se volvieron
negras como tinta y las olas llegaron a tocar el cielo” mientras que la luz
de los relámpagos se reflejaba en los buques amarrados. La tormenta dura toda
la noche y la mañana del segundo día. Por la tarde sale a dar un paseo, dejando
constancia de que ve un faro en una pequeña isla, a la cual dice que llaman “islote”.
Fu Yunlong está considerado como la
primera persona que investigó para China, in situ, el continente
americano. Es muy probable -aunque difícil de probar- que haya sido el primer
ciudadano chino en visitar Uruguay. Sin embargo, en todo caso, sí fue el primer
funcionario gubernamental del lejano país asiático que lo hizo. Además, sus
registros, publicados en el año 1901 tras su regreso a China, fueron los
primeros que se escribieron sobre Uruguay en el país asiático.
En el año
2004, uno de sus descendientes, Fu Xuncheng, fue el encargado de poner en
limpio el “Diario de viaje de Fu Yunlong”. El profesor Wang Xiaoqiu, por su
parte, en el año 2018, hizo pública la historia de su viaje por América Latina
después de haber estudiado y puesto en orden los 23 volúmenes de diarios de
viaje, reflexiones personales e información obtenida.
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Fuentes:
Reflexiones Orientales: http://www.pablo-rovetta.com/2018/04/la-historia-apasionante-del-primer.html
(Nota 1 )19世纪中拉文明的一次相遇与互鉴 清朝外游历使傅云龙的拉丁美洲之行 作者 王晓秋拉丁美洲研究 (El viaje a América Latina de Fu Yunlong, emisario en viaje al extranjero del gobierno de la Dinastia Qing – El primer encuentro y conocimiento entre las culturas de China y América Latina en el s XIX. Wang Xiaoqiu. Revista América Latina. Artículo escrito en chino)
傅云龙日记 浙江古籍出版社 (“Diario de Fu Yunlong”. Editorial de
libros antiguos de Zhejiang. Libro escrito en chino)
The Montevideo Independent and Rive Plate Daily News
@PabloRovetta
15 octubre, 2022
Reflexiones antes del XXº Congreso del Partido Comunista de China
30 julio, 2022
Cuando en China no se comía carne vacuna - Serie TLC Uruguay-China -2
Algunos de los platos de la comida china más populares, como el famoso "cerdo agridulce", se conocía, y aún se conoce con el nombre de 古老肉, lo mismo que el plato preferido del presidente Mao, 红烧肉, u otros como el 木须肉 o el 回锅肉. En todos los casos sólo aparece el caracter carne, sin indicar de qué animal es, aunque se da por sentado que es de cerdo.
Si alguien preguntaba o pregunta aún de qué estaban rellenos los famosos jiaozi 饺子 (que a mí me gusta traducir como "ravioles chinos"), y le respondían 肉馅的, querian decir que lo estaban de carne (por supuesto de cerdo).
Para los médicos, la carne (肉) "era mala para la salud", y le decían a los pacientes con problemas de hipertención o colesterol, que no la comieran.
El cerdo era tan importante en la cultura y la sociedad de China que la palabra "casa" o "familia" (家) está representada por un cerdo debajo de un techo. "Allí donde había cerdos, había una casa o una familia", nos decía el profesor.
En "Los años setenta en China-Recuerdos de un Oriental en Oriente" recuerdo cómo más de una vez ví cómo en la parrilla trasera de una bicicleta, encima de unas maderas horizontales, se transportaba a un cerdo vivo.
Lo que no cuento es cómo, durante un período de estancia en una Comuna Popular, en una clase de secundaria se dio una clase en la cual los alumnos aprendían, "en vivo y en directo", a castrar a un cerdo, en medio de los chillidos del animal.
La China de antes de 1949 era un país arrasado por décadas de guerras y calamidades naturales, con frecuentes hambrunas. Tras el establecimiento de la República Popular, la producción de alimentos era deficitaria y con el objetivo de poder garantizar un mínimo de suministros a toda la población, se estableció un sistema de racionamiento para los cereales, el aceite...y la carne. Este sistema se regía por el uso de los llamados "cupones", y en el caso concreto de la carne, éstos eran distribuidos entre los ciudadanos en los niveles locales, y además tenían fecha de caducidad.
24 julio, 2022
Uruguay da un paso adelante hacia un Tratado de Libre Comercio con China
Uruguay dió un gran paso adelante en su objetivo de alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China cuando el presidente Luis Lacalle anunció el pasado día 13, la finalización, con resultados positivos, del estudio de factibilidad sobre el mismo. "Ahora sí empezarán formalmente las negociaciones" indicó con satisfacción el mandatario de la República Oriental.
El proceso "oficial" había comenzado en septiembre del año pasado cuando Luis Lacalle Pou informó que el gobierno uruguayo había recibido una respuesta formal de las autoridades chinas en la que se explicaba su disposición de "avanzar en un Tratado de Libre Comercio".
Desde entonces, y más recientemente tras el anuncio de la pasada semana y la Cumbre de Mercosur en Asunción, ese posible TLC ha sido uno de los temas más tratados por la prensa nacional y sobre el cual se han generado más comentarios, críticas, elogios y polémicas, no sólo en el panorama político uruguayo, sino también entre sus otros socios de Mercosur (Argentina, Brasil y Paraguay).
Desde estas reflexiones, hoy más doblemente orientales que nunca, creo que antes de empezar a analizar toda la complejidad relacionada con un TLC, es necesario partir desde lo más básico y hacerse la siguiente pregunta:
¿Han sido y son beneficiosas para Uruguay las relaciones con China?
En marzo de 2023 se cumplirán 35 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. En este período de tiempo, todos los principales partidos políticos uruguayos han estado al frente de diferentes gobiernos, y todos ellos han mantenido excelentes relaciones con la República Popular. Hasta la crisis de la Covid -que originó serias dificultades para los viajes internacionales, en especial hacia Beijing - todos y cada uno de los presidente de la República viajaron de forma oficial a China.
De esto podemos deducir que las relaciones con China han sido importantes para todos los gobiernos uruguayos desde el retorno de la democracia, independientemente del signo político y de la ideología de los mismos. Por lo tanto, creo que podríamos decir que el mantener unas buenas y estrechas relaciones con el país asiático puede ser, o debería ser, considerado como un tema de Estado para el Uruguay.
Estas buenas relaciones políticas y diplomáticas no sólo se limitan a la esfera del Poder Ejecutivo, sino que las hemos podido y las podemos ver en otros ámbitos como el parlamentario, en las Intendencias, organismos públicos, organizaciones sociales y partidos políticos.
Además, no sólo se han limitado al terreno político y económico, sino que de ellas se han beneficiado sectores como la ciencia y tecnología, el deporte y hasta la educación y cultura.
Pero si hay un sector en el cual las relaciones con China han sido y son muy favorables para Uruguay ha sido el del comercio exterior. Y creo que es por ahí por donde deberíamos empezar a analizar el tema.
Como una imagen vale más que mil palabras, el siguiente gráfico de Uruguay XXI nos puede dar una idea muy clara de la importancia del mercado chino para las exportaciones uruguayas.
China no es sólo, con una gran diferencia, el principal cliente de las exportaciones uruguayas, sino que lo que compra ese mercado es equivalente al total de lo que Uruguay exporta a Brasil, Argentina y toda la Unión Europea juntos.
Estas estadísticas corresponden al primer semestre de este año. Para tener una idea más amplia, veamos cuál ha sido la evolución, y la composición por rubros, de las exportaciones a la República Popular en los últimos años, siempre con información de Uruguay XXI.
Parece claro, por lo tanto, que cuando hablamos del comercio exterior con China no nos estamos refiriendo a un hecho puntual sino a una tendencia al alza. Se puede ver claramente cómo el año pasado -muy difícil para el comercio internacional por los efectos de la Covid- el volumen de lo exportado al país asiático llegó a su mejor nivel en la historia, y seguramente batirá otro récord al final del presente.
Otro hecho destacable en la evolución de las exportaciones al país asiático ha sido la progresiva diversificación de los rubros. Es bueno recordar que hasta hace menos de dos décadas Uruguay "solo" vendía a China principalmente lana, y en segundo lugar cueros.
Ahora el país asiático es el principal comprador de carne uruguaya, aparte de un importante cliente para la soja y la madera y la celulosa. Al mismo tiempo, hay otros sectores, como el de los productos lácteos, donde China ya es uno de los principales clientes de Uruguay.
Para terminar con las gráficas, veamos -también gracias a la información de Uruguay XXI- la evolución de la balanza comercial entre Uruguay y China.
Como se puede apreciar claramente, desde hace ya nueve años, y seguramente el presente será el décimo, la balanza comercial es netamente favorable a Uruguay, habiendo alcanzado en el 2021 un récord histórico.
Volviendo entonces a la pregunta que nos hacíamos al principio: ¿Han sido y son beneficiosas para Uruguay las relaciones con China? Creo que las cifras mostradas dan una respuesta clara.
Quedan aún muchos temas por tratar. Por ejemplo, ¿a qué se ha debido el cambio en la composición de las exportaciones uruguayas a China, y por lo tanto su incremento? ¿cómo un país como Uruguay -"chiquito" y con la población de un barrio de Beijing- se ha convertido en un importante suministrador de alimentos para el país más poblado de la tierra? ¿cómo han podido los productos uruguayos del sector agropecuario entrar en un mercado tan lejano, tan exigente, tan estricto en sus normas y con una competencia tan fuerte como lo es China? ¿cuál es la presencia de Uruguay hoy en China y como es percibido entre su población?
Como vemos, incluso antes de empezar a reflexionar sobre el posible TLC, son muchos aún los temas de interés a tratar y esperamos seguir haciéndolo desde estas Reflexiones Orientales.
@Pablo Rovetta Dubinsky
26 mayo, 2022
Distancias geográficas - Distancias psicológicas
Leo en un diario de España un artículo que comienza con la siguiente frase: Hay pocos países más alejados de España geográfica y culturalmente que China.
Me hizo acordar a tiempos que ya parecen lejanos, cuando se realizaban con mucha frecuencia en España seminarios empresariales sobre cómo entrar en el mercado chino y se indicaban cuáles eran las dificultades para acercase a la República Popular.
Casi siempre surgía la comparación con América Latina y la pregunta que se planteaba era ¿por qué las empresas españolas -"tan exitosas en América Latina"- tenían dificultades, en comparación con los países de "nuestro entorno", para "conquistar" el mercado chino?
Se mencionaba lo difícil que es el idioma chino. Y siendo esto verdad, nadie se preguntaba por qué los países del entorno de España tenían una presencia mayor en China, como si para los alemanes, británicos, italianos o franceses el chino fuese un idioma más fácil que para los españoles.
Otro de los tópicos era "la distancia". China quedaba "muy lejos" de España, como da a entender esa frase del medio de prensa.
Si uno se toma un taxi para el Aeropuerto de Madrid-Barajas y le dice al taxista que va a viajar a Buenos Aires, a éste le parecerá algo "normal", como quien viaja a Vigo. Pero si dice que va a volar a China, entonces casi siempre se asombra por lo "lejos" que va.
Aún hoy, la sensación en general es que China, como dice la frase del artículo está, geográficamente, muy lejos de España.
Es verdad que el país asiático no está cerca de la peninsula ibérica; pero desde el punto de vista geográfico también es verdad que hay muchos países de América Latina que están más alejados, aunque psicológicamente poca gente lo considere así.
La distancia en línea recta entre Madrid y Beijing, según Google, es de 9.222 kilómetros. Un viaje de vuelo directo de unas doce horas.
Según la misma fuente, Madrid está a 9.513 kilómetros de Lima, 9.941 de Montevideo, 10.039 de Buenos Aires y 10.695 de Santiago de Chile. Estos cuatro destinos están por lo tanto más lejos de Madrid que de Beijing (si consideramos sus capitales y no sus fronteras) sin que casi nadie mencione el tema de la distancia.
A esos destinos podríamos agregar Ciudad de México o Asunción, un poco más cercanas que de Beijing, pero separadas por más de 9.000 kilómetros de la capital española.
Por ello, en comparación con muchos países de América Latina, desde el punto de vista geográfico China está más cerca de España. Y así lo que separa a España de China, y lo que la acerca a América Latina no son las distancias geográficas, sino lo que podríamos llamar distancias "psicológicas".
Por otro lado, es verdad que desde el punto de vista cultural, España y China son países muy alejados entre sí. Pero, China ¿es uno de los "pocos"? ¿Y qué pasa con tantos países de Asia Central y Oriental, de África y Oriente Medio con formas de vestir, organización de la sociedad y hasta influencias religiosas tan diferentes y distantes no sólo de España, sino incluso de la propia China?
Sólo como ejemplo podríamos citar a India, países del Golfo o incluso algunos del norte de África, éstos últimos tan cercanos geográficamente a España. ¿Acaso no están culturalmente muy alejados de España, aunque geográficamente mucho más cercanos que China?
En el fondo de esto subyace un "eurocentrismo" que en cierto modo también se ve en los países latinoamericanos, donde, empezando por la eduación, ni se habla de la historia y cultura de miles de millones de habitantes (sólo entre China e India ya son más de 2.500) que representan demográfica y geográficamente la mayoría del planeta.
Y asi, lamentablemente, con mucha frecuencia cuando se habla de "el mundo", en el fondo no se está teniendo en cuenta a esa gran mayoria de la tierra.
Es una pena que, a pesar de los muy modernos medios tecnológicos que nos permiten acercarnos a los rincones más perdidos del planeta, en la práctica, el conocimiento de esos países fuera de la esfera de Europa y el llamado mundo "occidental" sea ahora mucho más pobre que cuando sólo teníamos los libros y las enciclopedias de papel.
@PabloRovetta
23 abril, 2022
Los años setenta en China - Recuerdos de un oriental en Oriente (Prólogo)
También en la capital china viví el primer terremoto de mi vida, el que está considerado uno de los movimientos sísmicos más devastadores de la historia moderna del mundo.