31 diciembre, 2014

2015 Un año de reflexiones especiales

Ante la llegada del 2015, quiero agradecer a quienes han tenido la amabilidad de seguir estas "Reflexiones Orientales" desde, entre otros lugares, Alemania, Argentina, Brasil, Colombia, República Checa, Chile, China, Ecuador, Eslovaquia, Estados Unidos, España, Francia, Holanda, Hong Kong, Israel, Letonia, México, Perú, Polonia, Taiwán, Turquía, Ucrania, Uruguay y Venezuela.

2015 será especial ya que se cumplirán 40 años de mi llegada a China.

Será pues un año de reflexiones y recuerdos más intensos, de un oriental del Uruguay en el Lejano Oriente, reflexiones que espero poder seguir compartiendo con los seguidores de este blog, a quienes les deseo lo mejor en el 2015,



18 diciembre, 2014

Chile, el idioma chino, y una excelente iniciativa. "El sur también existe"

En estos tiempos de tanta mediocridad, de recortes y falta de interés en la educación y la cultura, leo con alegría que Chile dará 15.000 becas a jóvenes de entre 15 y 19 años para aprender chino. Es verdaderamente una excelente noticia y un soplo de aire fresco -en medio de un aire tan viciado- que honra a Chile y a todos los que están detrás de esta iniciativa.

Según lo que he podido leer, se trata de un proyecto - llamado Conoce y emprende con China- del organismo de servicio público Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) junto con la ONG Cruzando el Pacífico y que incluirá cursos enfocados al idioma, cultura y los negocios relacionados con el país asiático.

Al anunciar el lanzamiento de este programa, los organizadores destacaron que China es el principal socio comercial de Chile, y resaltaron la importancia de que miles de jóvenes chilenos tengan la oportunidad de "derribar barreras" y puedan acercarse más al gigante asiático.

Creo que muchos coincidirán en que esta medida es un ejemplo de trabajo serio, de mentalidad de futuro y de visión a largo plazo. Son muchos los discursos y declaraciones que vemos con frecuencia en nuestro mundo de habla hispana sobre la importancia de China y de conocer y acercarse al gigante asiático, pero que lamentablemente muchas veces se quedan en eso, sólo palabras o acciones puntuales y limitadas, sin planes ni recursos económicos para alcanzar ese objetivo. 

Es verdad que existen también iniciativas encomiables en otros países de habla hispana para acercarse al "mundo chino", pero que muchas veces salen adelante sólo gracias a meritorios esfuerzos y sacrificios, muchas veces personales y casi altruistas, que no son suficientemente reconocidos ni respaldados económicamente por planes serios y con una mentalidad de futuro.

Así que enhorabuena a Chile por esta medida que seguramente será vista con envidia sana en otros países que hablan español, y que, ojalá me equivoque, lamentablemente no tendrá la repercusión que se merece. 

Como en otros tanto temas, y como decía mi compatriota Benedetti, una vez más "el sur también existe"



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08 diciembre, 2014

Reflexiones sobre el "guanxi" en China

Yuangfang Magazine acaba de sacar el primer número de su revista, y han tenido la amabilidad de invitarme a participar con un artículo que he titulado Reflexiones "a contracorriente" sobre el "guanxi" en China.

Sin pretender desmentir ni negar la importancia que el guanxi tiene para los negocios y la vida en general en China y gran parte de Asia, en el artículo reflexiono sobre algunos de los mitos que existen sobre este fenómeno, uno de los más nombrados a la hora de escribir o hablar sobre la República Popular.

Por ello lo llamo "Reflexiones 'a contracorriente'" ya que intento destacar los aspectos menos mencionados del guanxi: ¿es el guanxi la herramienta mágica para hacer negocios en China? ¿teniendo un guanxi adecuado se puede triunfar en China? ¿tiene o no el guanxi efectos secundarios negativos?




30 noviembre, 2014

Días de radio en Beijing

Recuerdo con nostalgia la importancia que tenía la radio para muchos de los extranjeros que vivíamos en China en los años 70 y 80.

Entre los detalles de la vida cotidiana de esa época en Beijing estaba el de la falta de información periódica y actualizada sobre lo que pasaba en el exterior y en nuestros países, en un mundo sin Internet, sin cadenas de televisión extranjeras, en unos años en que China sí estaba de verdad muy lejos de “nuestro mundo”.

La radio en onda corta –no sé verdaderamente si la juventud en la actualidad sabe a lo que me estoy refiriendo ya que ahora casi todos los dispositivos electrónicos sólo traen FM, y hasta la AM es a veces difícil de escuchar- jugaba pues un papel fundamental en nuestras vidas.

Eran, parafraseando a Woddy Allen, verdaderamente “Días de Radio”, aunque treinta años más tarde de la época que refleja la película.

Recién llegados a China en 1975 compramos una radio de mesa, que tardaba algunos segundos en calentarse y empezar a funcionar, con la cual como máximo podíamos escuchar las audiciones en español de “Radio Pekin” (“Aquí Radio Pekín”, “Aquí Radio Pekín”, era el anuncio que, intercalado con la música de “El Este es Rojo” se emitía antes de comenzar las transmisiones).

Aparte de las noticias relacionadas con las actividades diplomáticas de los dirigentes del país –ya entonces China recibía semanalmente a Jefes de Estado, de Gobierno y personalidades internacionales- sólo nos enterábamos de los incrementos en la producción agrícola e industrial y de las batallas ideológicas, por ejemplo, contra “los vientos derechistas que pretenden revocar los veredictos”, y de lo cual en el fondo no entendíamos nada.

Aunque se podían comprar en Beijing aparatos de radio con onda corta, lo máximo que se llegaba a escuchar eran las audiciones en español de Radio Pyongyang, donde nos contaban cómo las gallinas de una granja determinada de Corea del Norte había incrementado su producción de huevos tras una visita de inspección del llamado Gran Líder, Kim Il-sung.

Una de las “joyas” más apreciadas era entonces tener una buena radio con onda corta, y a la mínima oportunidad que alguien viajó a Hong Kong, le encargamos una Sony de varias bandas.

Ya con la radio de onda corta en nuestras manos, comenzaba la nada fácil tarea de encontrar emisiones de radios extranjeras en español –nuestro nivel de inglés o francés no daba como para escuchar en otros idiomas- o, como se diría ahora, “navegar” en las ondas.

El reto era encontrar la sintonía y la hora en que esas radios transmitían en español, ya que casi ninguna tenía emisiones las 24 horas del día.

Aparte de las ya mencionadas Radio Pekín y Radio Pyongyang, la que le seguía en potencia y facilidad para sintonizar era Radio Moscú en español que, en esos tiempos de mediados de los años 70, aparte de la guerra fría con Estados Unidos y Occidente, dedicaba la mayor parte de sus audiciones a hablar de la Dictadura de Pinochet (nos parecía bien y nos gustaba escuchar a Quilapayún y a los Inti-Illimani, pero nos daba la impresión de que para Radio Moscú entonces no había otras dictaduras en América Latina)

Lo más “cercano” a lo nuestro que podíamos encontrar en español eran audiciones de Radio France Internacional, Radio Netherlands –por cierto en mi opinión una de las mejores-, la radio de El Vaticano y finalmente Radio Exterior de España. Esta última estaba más “enfocada” hacia Filipinas y no era muy fácil de sintonizar en la capital china.

El gran problema era, aparte de “encontrar” la audición de radio, lograr obtener la mejor calidad posible de sonido.

Eso requería varias cosas. En primer lugar una mano de cirujano capaz de mover el dial con la suficiente precisión para sintonizar y mantener en línea la emisora deseada (más tarde, este problema fue solucionado con la aparición de las radios digitales). Las emisiones de diferentes radios se mezclaban, se “juntaban”, y uno podía estar escuchando Radio France en español con el fondo de una radio alemana.

Al mismo tiempo, había que mover la radio y su antena para obtener el mejor sonido; así como encontrar el mejor lugar de la casa donde escucharla. Había que sentarse a escuchar la radio, tocarla, moverla, manejar la antena, y por eso ni pensar en escuchar la radio en la cama, mientras se cocinaba o menos aún caminando, en bicicleta o en el autobús, como en la actualidad.

También teníamos que buscar formas de evitar las interferencias de los motores –imposible escuchar onda corta en una cocina- de los muros, o intentar incrementar la potencia de la antena atándole a ésta un cable de cobre que luego se unía a los radiadores de la calefacción o se colgaba de la ventana.

Las estaciones del año y el clima también influían en la recepción de las emisiones. Había algunas radios que se escuchaban mejor, o que sólo se escuchaban bien en determinadas estaciones del año. Tampoco era lo mismo escuchar la radio un día de nieve o un día de tormenta de verano.

Cuando en verano íbamos a la playa de Beidaihe, a unas horas en tren de Beijing, era –para los amantes de la onda corta- como llegar al paraíso, ya que el estar al lado del mar facilitaba la recepción de las ondas.

Los extranjeros compartíamos nuestros “descubrimientos” de nuevas emisiones, así como las noticias del mundo que cada uno iba obteniendo. Así vivimos y así seguimos durante muchos años acontecimientos importantes de mundo y de China.



Radio Sony Digital usada en la década de los 80. El modelo anterior -que usamos en los 70- era analógico. Estaba consideraba una de los "joyas" para los aficionados a la radio en China.


Aún recuerdo, por ejemplo, el haber seguido el intento de Golpe de Estado en España el 24 de febrero de 1981 de mañana, (23 de febrero por la noche en Madrid) a través de Radio Exterior, con una radio casera y una antena de hilo de cobre en el dormitorio para estudiantes extranjeros de la universidad de Qinghua, o los acontecimientos de la plaza de Tiananmen en junio de 1989, ya con una Sony Digital, a través de las emisiones en inglés de la BBC en el edifico de la Oficina Comercial de España. Eso sí, teníamos que pegar la radio a la ventana, ya que estábamos en el primer piso de un edificio alto, rodeado de muchas edificaciones.

En estas “reflexiones radiales” me gustaría recordar a Marcelino Blanes, de Radio Televisión Española (RTVE) quien llegó a la capital china en junio de 1988 para trabajar en Radio Pekín, al tiempo que hacía crónicas radiales para España y América Latina y que tuvo la oportunidad de seguir los acontecimientos de la plaza de Tiananmen en 1989 y, de hecho, estuvo de junio a agosto de ese año trabajando directamente desde Beijing para Radio Televisión de España.

Como muchos otros ejemplos de este mundo tan desmemoriado, creo que no hay muchas referencias –no me atrevo a decir ninguna por falta de conocimiento- al caso de Marcelino Blanes y su paso como corresponsal de Radio en Beijing.

Ahora cualquier persona puede viajar a China y escuchar a través de una amplia gama de dispositivos, la radio que quiera, en el idioma que quiera, como si estuviera en su propia casa.

Todo es mucho más fácil en la actualidad, aunque se ha perdido la emoción que teníamos entonces buscando y “descubriendo” radios extranjeras.

Como señala el niño de la película de Woody Allen, “ahora todo ha desaparecido, sólo quedan los recuerdos”.

06 noviembre, 2014

CARTAS DESDE LA CHINA DE LOS AÑOS 70. VICTOR OCHOA Y SUS REMINISCENCIAS ESTUDIANTILES

“Un día a principios de 1968 papá anuncia que nos íbamos a vivir a China. Yo acababa de cumplir 13 años”. Así, de esta forma directa y sencilla comienza Víctor J. Ochoa-Piccardo sus recién publicadas “Cartas de Jingzhai” (*), “reminiscencias estudiantiles", como él las llama, que abarcan el período 1976-1981, aunque en su interesante Prólogo, y a lo largo de las más de 500 páginas del libro, hay referencias continuas a esos primeros años en la República Popular que, como dice, le “marcaron para toda la vida”.

Víctor Ochoa, de Venezuela, que sigue residiendo en Beijing, pertenece a lo me gusta definir como “rara avis” china –apelativo que también me aplico a mí mismo- y que incluye a una “especie” muy particular de personas –de todos los continentes, razas, religiones, etc.- que pasamos parte de nuestra niñez o de nuestra adolescencia en China entre los años 60 y 70 (algunas de ellas incluso nacieron allí), que seguimos, después de décadas, en contacto con ese país, que muchas veces nos comunicamos entre nosotros en chino, que aún recordamos la letra y música de muchas canciones revolucionarias de entonces, y que –por lo menos en mi caso- nos emocionamos viendo “El Ejército Rojo de Mujeres”.




Víctor estuvo por primera vez en China con sus padres y sus tres hermanos entre 1968 y 1970, en plena Revolución Cultural. A pesar de que el anuncio de su padre sobre el viaje a Beijing le cayó “como un baño de agua fría”, dos años después, en el momento de salir para Caracas confiesa que no quería regresar y se fue llorando de la República Popular.

Ese interés que había despertado en él el gigante asiático, unido a factores familiares como la relación de su padre con China, hacen que en 1976, al poco tiempo de que el país asiático volviese a abrir sus puertas para recibir a estudiantes extranjeros, él regrese y así, a los pocos días de la muerte de Mao, aterriza en Beijing y se queda estudiando cinco años mientras es testigo directo de los cambios que comienzan a producirse tras la desaparición del llamado “Gran Timonel”.

En esos años sin internet, teléfonos celulares, o comunicaciones telefónicas vía satélite “la correspondencia epistolar representaba la única alternativa práctica” para comunicarse con su familia en Caracas, con la cual logra –a pesar de la distancia y del tiempo- mantener un diálogo ininterrumpido y sentirse menos lejos, como él mismo confiesa.

Tuvo el buen criterio de pedirle a su madre que le guardase todas las cartas que va escribiendo a la familia; y al cabo de muchos años se las trae de Caracas, las vuelve a leer, las ordena y se toma el trabajo de pasarlas a un ordenador. Fruto de ese trabajo y de algunas de las muchas fotografías que toma entonces, es el libro que acaba de publicar y que, como ya hemos indicado, se llama “Cartas de Jingzhai”. Jingzhai (o “el edificio de la tranquilidad”) era uno de los dos edificios donde los estudiantes extranjeros, junto a una minoría de chinos, vivíamos en la Universidad de Qinghua (también conocida como Tsinghua, término que prefiere usar Víctor Ochoa).

Víctor es la única persona que conozco de esas “raras avis” que ha publicado un libro. Es un fenómeno interesante que, entre los autores de las obras que se publican sobre China, no figuren aquellos que desde los años 60 o 70, y desde nuestra juventud, hemos estado relacionados y lo seguimos estando, con ese país.

Quizás, como reconoce muchas veces Víctor en sus cartas, China “es muy difícil de comprender”, y en el país se desarrolla un drama “que sólo ellos saben”, y por eso cuanto más tiempo se está en China, más difícil se hace escribir sobre el país.

En todo caso, uno de los valores de “Cartas de Jingzhai” está precisamente en el hecho de que no se trata de un libro de recuerdos escrito ahora, sino que es una especie de “diario de viaje” que refleja fielmente, sin necesidad de una prosa literaria, lo que él veía, sentía, pensaba en esos años tan interesantes y tan intensos en la historia de la República Popular.

Mi opinión elogiosa sobre el libro quizás no es muy objetiva ya que soy amigo del autor y coincidimos, en tiempo y espacio, en el período durante el cual escribe esas misivas. Pero al mismo tiempo, precisamente por eso, porque yo también viví en el “Jingzhai”, y porque fui testigo de esa misma época que relata Víctor, y de algunos de los acontecimientos a los que hace referencia, es que puedo decir “yo estuve allí”, “eso era así”, aparte de comprender muchas de sus reflexiones.

Entre muchas cosas, Víctor Ochoa refleja cómo vivíamos los extranjeros y cómo vivían los chinos entonces (en ambos casos nada comparado con la actualidad), siendo nosotros los privilegiados que por ejemplo teníamos una o dos horas de agua caliente al día … cuando ésta no se cortaba por los problemas de la caldera.

También hace una excelente descripción de Beijing, su pasado, su evolución, su situación en una época que cuando íbamos de la Universidad al centro usábamos el término “entrar en la ciudad”.

Al mismo tiempo va relatando de forma muy detallada y amena los cambios que se van produciendo en la sociedad tras la muerte de Mao. “Las corbatas empiezan a estar de moda” relata en una carta, mientras que en otras se queda de la carestía de la vida (“nos han cobrado 6 yuanes diarios por comer” dice con gran enfado).

Sus cinco años universitarios, además, le hacen replantearse algunos de los conceptos e ideas que tenía sobre China en general, su cultura, la mentalidad de su gente, el papel de Mao y del Partido Comunista, le causan desilusión, y lo llevan a “acaloradas” reflexiones con su padre. De alguna manera, aunque en diferente grado, China también se estaba replanteando en esos años muchas de las políticas que se aplicaban por ejemplo cuando Víctor, con 13 años llegó al Hotel de la Amistad en 1968.

Uno de los aspectos más interesantes de la experiencia relatada por el entonces joven estudiante de arquitectura son sus viajes por China, incluyendo Hong Kong y Taiwán, desplazándose días enteros en trenes, barcos y autobuses, siempre abarrotados de gente, viajando en “cama dura” o simplemente tirado en el suelo.

China comenzaba a abrirse al exterior, y en muchos de los lugares a los cuales llegaba era la primera vez que veían un extranjero en años, por no decir décadas, lo que en algunos casos ocasionaba atascos de tráfico, y verdadero asombro entre la población local. Tuvo pues el privilegio de visitar muchos lugares antes de que éstos perdieran su encanto con la llegada de masas de turistas extranjeros.

El otro aspecto interesante es su extraordinaria capacidad para conversar, y en algunos casos, polemizar con todo tipo de personas del país: taxistas, porteros, profesores, estudiantes, campesinos, soldados, obreros, presidiarios, artistas, cuadros del Partido, disidentes, agentes del servicio secreto y un largo etc. Eso le permitió también visitar a familias chinas, comer con ellas, vivir en sus modestas casas, tanto en las grandes ciudades como en el campo, asistir a bodas, cumpleaños y festividades tradicionales.

Sinceramente, no creo que hayan sido muchos los extranjeros con una experiencia similar.

Al terminar sus estudios Víctor regresa a Caracas, pero al poco tiempo vuelve a Beijing, donde hoy aún continúa residiendo 46 años después de su llegada al país. 

Personalmente detecto en Víctor una sensación de “cansancio” cuando está en China, pero de “saudade” cuando se aleja de ella, y creo que ésta es una característica común de muchos de los que, cada uno a su manera y en diferente grado, hemos vivido experiencias similares a las de Víctor y que hacen que China siga siendo una especie de imán para nosotros.

Entre otras cosas, Víctor Ochoa trabajó durante 14 años en el primero llamado Banco Exterior de España, luego Argentaria y finalmente BBVA en Beijing, años caracterizados por operaciones financieras de gran relevancia con financiación gubernamental española, para grandes proyectos de empresas españolas en China.

Lamentablemente, y al igual que otros latinoamericanos y españoles que en los años más difíciles, cuando casi nadie quería viajar a China, trabajaron en beneficio de las relaciones entre el mundo de habla hispana y la República Popular, en campos como el educativo, cultural, periodístico o económico, creo que el trabajo de Víctor Ochoa no ha sido reconocido y ha quedado en el olvido, ahora que China “está de moda” y existe una especie de competencia por demostrar quién es “más amigo” del país.

Todo estos elementos, unidos a que al tratarse de una recopilación de cartas se puede leer "fácilmente", hacen recomendable el libro de Víctor para que todos aquellos interesados en China, en especial las nuevas generaciones, puedan hacerse una idea de cómo se vivía décadas atrás en el país que está llamado a convertirse en la primera potencia del mundo.

Me atrevería a decir, incluso, que la gran mayoría de los jóvenes chinos nacidos después de los años ochenta, ni conoce, ni tiene idea de las cosas que describe Víctor en su libro.

Quizás, y ojalá, que el ejemplo de Víctor con esta publicación, sea un estímulo para que los otros “rara avis” empiecen, empecemos, a dejar constancia de nuestros recuerdos y a contar nuestras experiencias, antes de que sea demasiado tarde, ya que lamentablemente, en este mundo tan informatizado parece que la memoria se está perdiendo a una velocidad cada vez mayor.

14 octubre, 2014

Soles amarillos, soles rojos, colores y diferencias culturales


En la República Oriental del Uruguay el sol es amarillo; en Oriente el sol es rojo. Sobre colores y diferencias culturales con China

Cuando era niño siempre relacionaba el sol con el color amarillo. Para empezar, así era como lo teníamos, y lo tenemos, en nuestra bandera y escudo nacional en Uruguay; en la de nuestros vecinos argentinos; y así figuraba en los libros y dibujos infantiles.

Cuando con 17 años llegué a Beijing “descubrí” que para los chinos “el sol era rojo”. Se hablaba y se habla del sol rojo, pero nunca de un sol amarillo. Muchos podrían decir, con razón, que eso se debía a motivos políticos, ya que el rojo era el color “sinónimo del comunismo”.

De hecho Mao era definido como el “sol rojo de nuestros corazones”. “El Este es Rojo, sale el sol, en China ha nacido Mao Zedong” decía la letra de lo que de facto era como el himno nacional en esos años: “El este es rojo” y que aún suena, por ejemplo, en el reloj de la antigua Estación de tren de Beijing o en la zona del bund en Shanghai.

Sin embargo, también encontramos un sol rojo en la bandera de Japón (cuyo nombre puede ser traducido como “el origen del sol”) o en la de Bangladesh desde su formación como Estado en 1971.

O sea que esta diferencia en la definición del color del sol no era algo sólo político, lo cual me ha llevado a reflexionar sobre los colores y las diferencias culturales con el “mundo chino”.

Siguiendo con el rojo, e independientemente de las razones políticas, es un color que en China tradicionalmente representa lo bueno, lo positivo. Lo encontramos por ejemplo en las fiestas tradicionales, en los carteles, o en la vestimenta de las novias (aunque ahora en las grandes ciudades la “occidentalización” está poniendo de moda el blanco para las recién casadas).

En la economía, es interesante también ver que el color rojo –que en Occidente es sinónimo de pérdidas o resultados negativos (por ejemplo “números rojos”)- se utiliza, no sólo en China sino en Japón, como sinónimo de beneficio. Por ejemplo en la República Popular una distribución de beneficios se dice “distribución de rojos” (分红 ).

En la siguiente imagen de Bolsas de Japón y China podemos ver cómo las acciones y cotizaciones que suben están marcadas en color rojo, mientras que las que bajan, las negativas, se marcan en color verde; justo al contrario de lo que podemos ver en Occidente.


En el caso de China, y en medio de un proceso de cambios continuos acompañados muchas veces de acciones contradictorias, podemos encontrarnos con cadenas de televisión que utilizan el rojo como sinónimo de subida y otras que lo utilizan para representar pérdidas.

Estas diferencias culturales relacionadas con los colores las podemos encontrar en otros ejemplos. Cuando presencié por primera vez una ceremonia fúnebre en China –en concreto con motivo del fallecimiento del Primer Ministro Zhou Enlai en enero de 1976- vi como aparte de un brazalete negro, la gente se ponía flores de papel, de color blanco, en las solapas de sus chaquetas, y el blanco –sinónimo de luto- era un color predominante en las coronas funerarias.

Otro caso interesante es el del color amarillo, desde siempre relacionado con los emperadores, con la nación china; aunque desde hace ya varias décadas se usa también como sinónimo de pornográfico. Una ”película de color amarillo” es por ejemplo una película pornográfica. Las campañas del gobierno chino contra la pornografía se llaman “barrer lo amarillo” (扫黄).

Lamentablemente, y al igual que en gran parte de Occidente, el “negro” es en China sinónimo de algo malo, clandestino, y también se habla de “dinero negro” o “taxis negros –ilegales” por ejemplo.

Las diferencias culturales en relación con los colores también pueden causarnos algunas situaciones cómicas o embarazosas como la del joven extranjero que entra a una cafetería en Beijing con un sombrero verde, ante la mirada y las risas de la clientela local…. Lo que el pobre joven no sabía es que en China, llevar un sombrero verde es sinónimo de lo que la Real Academia Española ya acepta como “cornudo”.

 (Publicado originalmente en Global Asia)
Pinche aqui para leer entrada en Global Asia

28 septiembre, 2014

México, el español en China y latinos en el Beijing de los 70

Leo hoy en el periódico Global Times la noticia de que el Consulado de México en Shanghai organizó días atrás una conferencia sobre la influencia de México en el arte moderno de China.

Reconozco mi total ignorancia sobre el arte y la pintura en particular, pero la información me pareció muy interesante y debo decir que he aprendido muchas cosas nuevas tras su lectura. La conferencia, dada por el pintor chino Zheng Shengtian, hace mención a que fue el escritor Lu Xun quien introdujo en China el arte mexicano a través de un artículo que escribió en 1931 sobre el muralista Diego Rivera.
Posteriormente el artista mexicano Miguel Covarrubias visita Shanghai en los años 30 y ejerce una importante influencia en los pintores chinos de esa época, según lo que he podido aprender gracias a ese artículo.

Tras el triunfo de la revolución china, el arte mexicano se introduce en la recién fundada República en los años 50, causando también una importante impresión entre los artistas chinos que en esos años estaban influenciados por el realismo del arte soviético.

La lectura del artículo me ha hecho recordar y reflexionar sobre el importante papel que ha tenido México en la introducción y difusión en China del idioma español y de la literatura y el arte provenientes del mundo de habla hispana, papel que no sé si ha sido suficientemente reconocido.

En alguna otra ocasión he escrito que el español se empezó a estudiar y difundir en China, aparte del interés del gobierno de la República Popular, gracias a la labor de un reducido grupo de republicanos españoles, de latinoamericanos amigos de China, y a nivel gubernamental, principalmente gracias a la labor de países como Cuba y México.

Cuba empezó a recibir estudiantes chinos en la década de los 60, y México realizó una destacada labor a partir del establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular en 1972, a través de su gobierno, instituciones de prestigio como El Colegio de México, y de su Embajada en Beijing.

Para los pocos latinos que vivíamos en la capital china en los años 70 -en medio de un "desierto cultural" donde aún no existía Internet ni los vídeos- la Embajada de México era nuestro "oasis", al cual podíamos acudir a ver películas en español en su sala de cine, y a conseguir libros en la lengua de Cervantes. Fiel a su tradición de apoyo a la cultura y a las causas justas -como se vio en el caso de los republicanos españoles o de los exiliados latinoamericanos, y uruguayos en particular, en lo que a mi país respeta- que fueron acogidos por México, su Embajada en Beijing siempre tuvo las puertas abiertas para nosotros y para los ciudadanos chinos que estudiaban o hablaban español.

Viajar una hora en bicicleta, o en la línea 332 de autobús, valía la pena para aquellos que vivíamos en el Hotel de la Amistad o en las universidades de la ciudad, con tal de poder hablar español, ver una película en español o conseguir material para leer.

Es justo decir que la Embajada de Cuba también tenía una biblioteca abierta al público -gracias a la cual aprendí a admirar a Alejo Carpentier- y una escuela para niños de habla hispana -la única que existía en Beijing- pero la Embajada de México tenía la ventaja de su cine, uno de los mejores "lujos culturales" que entonces se podían encontrar en el país.

Ahora que "todo ha cambiado" -China, el mundo, las telecomunicaciones- y todo parece tan fácil, reconforta leer artículos como el del Global Times, gracias al cual he podido comprobar con alegría -en medio de mi ignorancia- cómo México continúa en China con su tradición de apoyo a las actividades culturales que contribuyen a un mejor conocimiento entre dos mundos -el chino y el de habla hispana- aún muy alejados el uno del otro.





(Imagen sobre "Exposición de pintura mexicana" tomada de la McGill University

13 septiembre, 2014

Un nuevo aniversario de la muerte de Mao - Mis recuerdos de ese día en Beijing

El pasado 9 de septiembre se cumplieron 38 años de la muerte de Mao Zedong. La efemérides casi no fue recordada no sólo en la prensa internacional sino tampoco en la prensa china. Aunque menos de cuatro décadas no son nada en la historia de la humanidad, ni siquiera en la más reciente, los cambios que han tenido lugar en China y en el mundo en este período han sido de tal magnitud que a veces parece que nos estamos refiriendo a la "prehistoria" si recordamos las cosas que pasaban a mediados de los años 70 del siglo XX.

Se podrá estar de acuerdo o en contra de Mao Zedong y de su trayectoria desde los años 20 hasta su fallecimiento en septiembre de 1976. Sin embargo, la China de hoy, gran parte de lo que -para bien o para mal- es el mundo de hoy, tiene una relación directa con "la China de Mao".

En este acelerado mundo de las telecomunicaciones y la revolución digital, quizás a veces sería bueno "poner el freno" y estudiar lo que fueron esos años -dejando de lado los tópicos o "anécdotas" de si Mao se lavaba los dientes o no- y así se podrían comprender un poco mejor acontecimientos que están teniendo lugar hoy mismo en China, en la economía mundial, en las relaciones internacionales, así como mucho de que está sucediendo en relación con Rusia, Japón, la Península Coreana, el papel de los Estados Unidos en la escena internacional, la evolución económica de América Latina y un largo etcétera.

Cuando murió Mao yo tenía 18 años, y llevaba ya más de un año viviendo en la capital china. Los meses anteriores y posteriores al fallecimiento del líder chino fueron de una gran intensidad y de cambios profundos y muy radicales, y en algún modo me siento afortunado de poder haber sido testigo directo de todos esos acontecimientos trascendentales en la historia de China, y como podemos ver hoy, del mundo entero.

Mis recuerdos de ese 9 de septiembre de 1976 los publiqué tiempo atrás en Global Asia en un artículo Recordando el día que murió Mao y me gustaría revivirlos hoy.

 Pinche aqui para leer el artículo completo "Recordando el día que murió Mao".




08 septiembre, 2014

Una vez más sobre Norman Bethune, la Guerra Civil española y la Revolución China

"En esta inmensa región (Wutaishan) soy el único médico para trece millones de habitantes y ciento cincuenta mil soldados" e "Hice ciento diez operaciones en veinticinco días". Así describía el médico canadiense Norman Bethune su experiencia en China, a donde había llegado en 1938.

Antes, había estado trabajando como médico en el bando republicano durante la Guerra Civil española, "...los aviones hicieron un barrido sobre nuestras cabezas -destellantes y plateados aviones de caza italianos y escuadrones Heinkels alemanes-" describía el comunista los sufrimientos de miles de personas que huían de Málaga a Almería.

Gracias a la Editorial Pepitas de calabaza ed. y al encomiable trabajo de Natalia Fernández Díaz que tradujo al español unos escritos y cartas de Bethune, y realizó una interesante introducción en el libro "Las heridas", se pudo saber algo en España de la apasionante historia de uno de los ciudadanos extranjeros más conocidos en China.

La guerra, la solidaridad, la medicina, unieron así -a través de un canadiense internacionalista- dos acontecimientos históricos, trágicos y trascendentales en la historia reciente de España y China.

Meses atrás recordaba en Global Asia, en un artículo titulado La guerra civil española, China y un médico canadiense algunos detalles relacionados con un episodio creo que poco conocido en España.

Ahora, leo con alegría en Noticias21 que se ha inaugurado en Málaga la exposición Norman Bethune: de Andalucía a China con la presencia del Embajador de China en España, Zhu Bangzao y el Consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez.

La exposición -que en noviembre se trasladará a Beijing- recoge cerca de un centenar de fotografías, y forma parte de una serie de actividades para recordar el 75º aniversario del fallecimiento del médico canadiense que tuvo un papel destacado tanto en la Guerra Civil española como en la Revolución China y a quien Mao Zedong llegó a dedicarle un artículo.

Aparte de recomendar la lectura de "Las heridas" a todos aquellos interesados en esta parte muy poco conocida de la historia, y aunque no he podido aún ver la exposición -espero tener la oportunidad de visitarla, bien en Málaga o en Beijing- estoy convencido de que vale la pena ser visitada.

Pinche aquí para ver artículo de Noticias21

nche aquí para leer el artículo "La Guerra Civil española, China y un médico canadiense"

  

30 agosto, 2014

China: cambios lingüísticos y polémicas políticas, históricas y sociales

La nueva edición del “Diccionario de Palabras Estándares del Idioma Chino” (现代汉语规范词典) con la inclusión de una nueva acepción para la palabra “tuhao” (土豪) –anteriormente “déspota malvado”, y ahora también “persona rica sin cultura”- ha tenido una gran repercusión en la República Popular y generado muchos comentarios y polémicas en las redes sociales y en los medios de prensa del país.

En un  reciente artículo del China Daily podemos encontrar la noticia sobre el diccionario, que ha agregado unas cien palabras nuevas, en su mayor parte relacionadas con el lenguaje moderno de Internet; aunque ninguna ha generado tantas discusiones como “tuhao”, que tiene un profundo contenido histórico, político y social.

En noviembre del año pasado tuve la oportunidad de reflexionar en el Instituto Cervantes de Pekín sobre el tema “China: y la reforma también reformó el idioma” y meses más tarde publiqué un artículo en Global Asia.

En ambos casos hacía referencia a un grupo de “palabras que `han regresado` pero con otro significado”, destacando de forma especial precisamente el caso de “tuhao”  una de las palabras más “de moda” en la China de hoy, que originalmente tenía el significado políticamente despectivo de “déspotas locales”, y que ahora se usa – de forma despectiva o no, según sea el ángulo desde el que se mira- tanto como para lo que podríamos traducir como “nuevo rico” o, según la nueva definición oficial “persona con mucho dinero pero sin cultura ni valores correctos”.

Para ilustrarlo ponía dos diapositivas. La primera, con el significado “antiguo” de “déspotas locales”, término utilizado en la revolución del Partido Comunista y en los primeros años después de la fundación de la República Popular China, donde incluía una foto del “ballet revolucionario” “El destacamento rojo de mujeres” que recientemente ha vuelto a los teatros chinos.




En la segunda ponía un ejemplo de lo que podría ser hoy un “tuhao”



 “Tuhao” puede ser utilizada tanto como sustantivo como adjetivo y se ha vuelto tan popular que a finales del año pasado se difundió ampliamente en China la noticia de que iba a ser incluida en la próxima edición del Diccionario Oxford de Inglés.

Como indicábamos, se han generado polémicas de todo tipo en relación con la aceptación “oficial” de la nueva acepción para “tuhao” y hay opiniones para todos los gustos.

Muchos habitantes prósperos de las zonas rurales se han sentido ofendidos –por la definición de gente “sin cultura”- y han desatado una polémica en las redes sociales con los residentes en grandes ciudades.

Otros dicen sin tapujos que “el 90 por 100 de la gente de dinero en China se ajusta a la definición de “rico sin cultura ni valores correctos”; y también están los que opinan que los “millonarios de la noche a la mañana” de China no han hecho su fortuna por medios “honestos”, y su riqueza no es el fruto de su trabajo.

Muchas opiniones reflejan una especie de “odio” hacia estos “nuevos ricos”, mientras otras dan a entender una cierta “envidia” (“ya me gustaría a mí ser un ‘tuhao' aunque no tenga cultura” dice uno de los participantes en un foro).

En todo caso, esto no deja de ser una muestra más de que –como indicaba meses atrás, y perdón por auto citarme-  “las transformaciones que han tenido lugar en la República Popular en las últimas décadas, no sólo han cambiado la fisonomía del país, destacados aspectos de su sociedad y de la forma de vida de su población, sino incluso hasta la forma de hablar, de expresarse y la escritura.”


Aquí, muchos de los cambios en el idioma tienen su origen –al igual que en todo el mundo- en los avances tecnológicos, y en las transformaciones generacionales, sociales y culturales que se están viviendo en las últimas décadas. En el caso del chino, sin embargo, tenemos un elemento más a añadir y son los cambios que se producen como consecuencia directa de la política de apertura al exterior y de reformas políticas, económicas y sociales que están teniendo lugar en el país más poblado del mundo.

24 julio, 2014

Presidente chino evita hacer escala en España en su viaje a y desde Latinoamerica

Esta es una corta reflexión para que los observadores de las relaciones hispano-china reflexionen.

Hasta ahora, los antecesores del actual Presidente chino Xi Jinping y otros importantes dirigentes del gobierno asiático, acostumbraban en la mayor parte de los viajes a América Latina, a hacer una escala técnica y de descanso bien en las islas Canarias, bien en Baleares.

El pasado 14 de julio, al confirmarse la escala en Grecia en su viaje de ida a Brasil, lanzaba en Twitter la "adivinanza" de cuál sería el país donde el Presidente chino haría su parada de regreso a la República Popular, pregunta que volví a hacerme hace dos días cuando estaba terminando su viaje.

Hoy tenemos la respuesta y el país elegido ha sido ... Portugal

No pretendo ser malpensado, y dejo a los expertos y sinólogos que saquen sus propias conclusiones, pero no sé por qué, parece que el líder chino ha querido evitar España ....



  1. Interesante. En su viaje a América Latina hace escala técnica en Grecia. ¿Cuál será su escala técnica de vuelta a ?
  2. está terminando gira por ¿Cuál será su escala técnica antes de regresar a Beijing?
  3. Ya tenemos la respuesta hace escala técnica en de vuelta a casa



17 julio, 2014

El mundo gira en torno a China; mientras, España mira a Japón



El tweet de Casa Asia, ayer por la tarde, decía textualmente García-Margallo: "Japón es nuestra perfecta puerta a Asia, y España puede ayudar a Japón en el Norte de África y América Latina" 

Al principio pensé que se trataba de un error, pero desde Casa Asia me confirmaron que "Son palabras del ministro en la sesión de balance del Año Dual"

Más tarde, en una nota de Europa Press se indicaba, en referencia a la región Asia-Pacífico que El ministro ha explicado que España va a reformular su estrategia exterior de forma "explícita" de cara a ampliar sus ejes tradicionales en el exterior y que Japón ejerza como puerto de entrada en la región, aportando su experiencia.

La Agencia EFE, por su parte, destacaba que El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha ofrecido hoy a Japón que España sea su "embajadora" en la Unión Europea.

Soy un simple observador de China y no es mi intención criticar, ni siquiera opinar, sobre estas declaraciones de un Ministro de Asuntos Exteriores.

Lo que pasa es que, quizás por mi ignorancia, no las entiendo. 

No entiendo en primer lugar cómo Japón puede ser "la perfecta puerta a Asia" para España. No me imagino cómo la empresa, la cultura española pueden entrar por ejemplo a China a través de Japón. En una situación "normal" no lo entendería, pero en el contexto actual de las relaciones -malas- entre China y Japón, es aún más difícil de entender. Tampoco lo entendería si hablamos de Corea del Sur, de India o del Sudeste Asiático.

Tampoco entiendo el deseo de que España se convierta en la "embajadora" de Japón en la Unión Europea. No sé si un país como Japón -con su tremendo peso económico y comercial- necesita embajadores y ayudas en Unión Europa, el Norte de África y América Latina.

En todo caso, como dice el refrán, "doctores tiene la Iglesia". 

Creo que debía compartir con los fieles lectores de este blog esta información, para que cada uno saque sus conclusiones.

Mientras, me dedicaré a seguir observando, en especial a ver cómo se toma el Gobierno chino esta nueva estrategia anunciada por la máxima autoridad de la política exterior española.




13 julio, 2014

El viaje de Xi Jinping a América Latina: la nueva diplomacia china, “triangulación” y otras reflexiones

El Presidente chino Xi Jinping  comienza el lunes una importante visita a América Latina, cuyo significado y sus resultados y repercusiones tendrán un importante efecto global, mucho más allá de los que tenga en la región.

Me gustaría hacer algunas reflexiones en relación con esta visita.

China y América Latina. Es significativo que se trata de la segunda visita del Presidente chino a América Latina en poco más de un año. En junio del 2013 ya visitó México, Costa Rica y Trinidad y Tobago –en este último país tuvo un encuentro con dirigentes de otros países del Caribe.

Este viaje lo lleva a Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba, pero su actividad diplomática abarcará a muchos otros países latinoamericanos

Xi se reunirá también con los presidentes de muchos otros países de la región aparte de los que visitará, a través de encuentros con líderes de UNASUR (la Unión de Naciones de América del Sur), o de su participación en la primera reunión con jefes de Estado del cuarteto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que en estos momentos integran Costa Rica, Cuba, Ecuador y Antigua y Bermuda.

Es un hecho que China se ha convertido ya en un muy importante socio comercial de América Latina y en algunos casos en el número uno. La República Popular ya figura en los países de la región como uno de los principales socios comerciales, principal destino de las exportaciones latinoamericanas o importante fuente de financiación, de inversión y de productos chinos.

América Latina es estratégica para el futuro del desarrollo económico de China, entre otros por los siguientes tres aspectos: la energía, la minería y los alimentos.

Esta visita no hará más que impulsar esta situación en el terreno comercial, con la firma de importantes contratos y acuerdos, aparte de que política y diplomáticamente será un importante paso más en las relaciones bilaterales. Uno de sus frutos será, por ejemplo, la creación del Foro China-CELAC, que se reunirá por primera vez antes de finales de este año en el país asiático.

La visita del Presidente Xi no deja de ser una señal para los Estados Unidos y en algún sentido para España, los dos países que hasta ahora, y por razones históricas, políticas y económicas han estado más relacionados con América Latina.

El factor Taiwán. Del pequeño grupo de países en el mundo que aún no reconocen al gobierno de la República Popular y siguen manteniendo relaciones diplomáticas con Taiwán o la llamada “República de China”, la mayoría –en concreto 12 -está en América Latina (entre ellos Paraguay, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Haití, Honduras y Panamá). Esta ofensiva diplomática y comercial del Presidente Xi Jinping es también un guiño y una señal para esos países, una muestra de las “ventajas” de reconocer diplomáticamente al gobierno de Beijing.

La reunión de los BRICS. Uno de los principales objetivos de la visita de Xi Jinping es participar en Brasil en la reunión de Jefes de Estado del llamado grupo BRICS (integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que tomará importantes medidas políticas y económicas de repercusión internacional, entre ellas la creación de un Banco de Desarrollo que posiblemente tenga su sede en Shanghai. Los BRICS han ido consolidando en los últimos años su posición en un mundo donde las instituciones económicas y financieras siguen estando controladas por los Estados Unidos y los principales países occidentales, y están dispuestos a, si no a cambiar inmediatamente esta situación, por lo menos a no ser testigos pasivos de la misma y a empezar a moverse por su cuenta.

Una activa diplomacia china. La visita de Xi Jinping tiene lugar en uno de los períodos más activos de la diplomacia china desde la fundación el 1 de octubre de 1949 de la República Popular. Los viajes al exterior y los encuentros internacionales de la nueva generación  de líderes chinos –tanto el Presidente Xi como el Primer Ministro Li Keqiang- son de una frecuencia y una amplitud geográfica hasta ahora nunca vista en la diplomacia china. La República Popular –que ya es la primera potencial comercial y la segunda economía del mundo- parece que ha decido comenzar a “marcar territorio”, a decir “aquí estoy yo”, y empezar a actuar en la esfera internacional en consonancia con su posición económica en el mundo, esperando que así sea vista y considerada por los otros países.

El caso de Cuba y la diplomacia “con características chinas”. El Presidente chino, al igual que sus recientes antecesores, también quiere mostrar que su país es lo suficientemente fuerte y, podríamos decir “digno” como para visitar, recibir o reunirse con quien quiera, manteniendo en este sentido una tradición diplomática que le permite tener buenas relaciones con Obama, o con Bush anteriormente, y al mismo tiempo abrazarse con los hermanos Castro en Cuba. Ningún líder de peso internacional podría hacer lo que hace el Presidente Xi, y que también hicieron sus antecesores, con Cuba. La visita a La Habana del Presidente chino, además, tiene el “morbo” de que tendrá lugar días después del viaje del presidente Putin, que en muchos aspectos –en lo económico y militar- marca una especie de “regreso” ruso a Cuba. Nos encontramos pues con dos líderes como Putin y Xi Jinping “tomando café” prácticamente frente a las narices de los EE.UU.

España y la famosa “triangulación”. Esta visita de Xi Jinping, y dicho esto con todos los respetos, sería una excelente oportunidad para que España “despertara” y dejase ya de hablar de “triangulación” y de intentar seguir vendiendo a los chinos que pueden ser el puente principal para entrar a América Latina. China no ha necesitado a España para “entrar” en América Latina, realizar millonarias operaciones y haber alcanzado un nivel de relaciones políticas y económicas que podrían ser la envidia de varias Cancillerías europeas; Beijing tiene línea y relaciones directas con las principales capitales latinoamericanas, en algunos casos mucho más fuertes que las que pueda tener Madrid.

En todo caso, quizás habría que enfocar el tema desde otro punto de vista: es España y sus empresas las que podrían aprovechar esta ofensiva, esta presencia China en América Latina, y en este caso la “triangulación” sería al revés: España y sus empresas podrían utilizar a China como plataforma para intentar consolidar y aumentar su presencia en América Latina.

21 junio, 2014

Parece que para Casa Asia el Tibet no forma parte de China

A juzgar por el anuncio que han publicado en su página web, parece que para Casa Asia, el Tibet no forma parte de China. No sólo están en dirección contraria en la imagen que publican (aunque es obvio que la imagen no es representación geográfica, sino una creación digamos que artística), sino que anuncian en su página web que  "Durante el mes de julio Casa Asia os propone una serie de cápsulas informativas para obtener consejos y conocimientos prácticos sobre Indonesia, China, Birmania, Tíbet, India y Nepal de la mano de nativos y viajeros experimentados."

No es mi intención entrar en una polémica sobre los problemas políticos o religiosos que puede haber en la Región Autónoma del Tíbet, pero sí es un hecho que todos los gobiernos que reconocen a la República Popular China reconocen al Tibet como parte de China.

Casa Asia es una institución pública. No sé cuál sería la reacción en España si una institución pública china anunciara seminarios sobre consejos y conocimientos prácticos sobre Francia. España, Italia, Calatuña, Alemania y el País Vasco.






05 junio, 2014

Comentario sobre el libro "Conocimientos comunes de la cultura china" en Yuanfeng Magazine

Publicado originalmente en http://www.yuanfangmagazine.com/
Publicación original en Yuanfeng Magazine


Pablo V. Rovetta recomienda… “Conocimientos comunes de la cultura china”*

El interés por China, por su idioma, y por los conocimientos en general de ese “mundo”, más que país, está creciendo de forma exponencial en los últimos años en los países de habla hispana.
Cuando más crece ese interés, y al tiempo que se incrementa la presencia de China en España y América Latina en todos los aspectos de la vida, política, económica y social, más se nota el gran desconocimiento que sigue existiendo hacia una de las culturas más antiguas y brillantes de la historia y hacia uno de los países que está llamado a jugar en los próximos años, si es que ya no ha empezado, un papel fundamental en el mundo.
Una de las primeras preguntas que se hacen muchos de los que se acercan “al mundo chino” es qué materiales de referencia se pueden leer; y para ello podemos encontrar infinidad de opiniones y gustos. Sobre China tenemos libros de historia moderna y antigua, de economía, de política, de cultura, de relaciones bilaterales, de viajes, de experiencias personales y un largo etcétera. Podemos buscar una visión anglosajona, donde destacan algunos títulos y autores de calidad; y/o una visión desde el mundo hispano que, con honrosas excepciones, muchas veces se quedan en esquemas, tópicos, superficialidades, anécdotas.
Para esos miles de estudiantes de chino y de personas que se están empezando a interesar por el gigante asiático, yo recomendaría, en primer lugar, ir a fuentes oficiales básicas y luego que cada uno vaya sacando sus conclusiones a través de su experiencia personal, sus intereses y/o lecturas de referencia de los autores que prefieran.
En este sentido “Conocimientos Comunes de la Cultura China”, cubre, en mi opinión, con esos objetivos y puede ser de gran ayuda para acercarse, de forma simple pero pragmática, a conceptos muy básicos, pero fundamentales, de la cultura china.
Para empezar, el libro tiene la gran ventaja de ser bilingüe, y ya sólo por eso vale la pena, por lo menos para los estudiantes de chino, que podrán aprender una serie de palabras y términos muy ligados a esta cultura. Veo con alegría que entre las personas que figuran en el equipo de traductores está Belén Cuadra Mora, una joven pero fructífera traductora (cuyo último trabajo es la traducción de “El sueño de la Aldea de Ding” de Yan Lianke).
Con ilustraciones y fotos que ayudan a comprender mejor aspectos como la caligrafía, la ópera china, la arquitectura o la artesanía, el libro puede ser leído como una “breve introducción a aspectos básicos de la cultura china”, y usado como herramienta de consulta no sólo para los “principiantes” sino para gente que lleva muchos años relacionada con China pero que, por ejemplo, no conoce los 24 períodos climáticos del calendario chino.
“Conocimientos Comunes de la Cultura China” está dividido en diez capítulos y trata más de cien temas diferentes, con un promedio de dos páginas por tema, que abarcan desde la religión, la literatura, la moral tradicional, los inventos y descubrimientos científicos de la antigüedad, la arquitectura, la artesanía, la escritura y la medicina tradicional entre otros. Se puede leer completo, por lo tanto, o centrarse en los capítulos que sean de mayor interés para cada persona en particular.
Quizás uno de los fallos más grandes del libro es la frecuente mención a dinastías chinas, sin hacer referencia a los años concretos, lo cual parece contradictorio con el deseo de aportar conocimientos básicos sobre la cultura china.
En todo caso, soy de los que piensa que en el caso de China, como en otros tantos, hay que acercarse a las fuentes directas y luego compararlas con otras opiniones e ir sacando cada uno sus propias conclusiones. Muchas veces, y también es obviamente un sistema respetable, se empieza a “ver” a China, desde el principio, a través de análisis de terceros sin llegar nunca a las fuentes oficiales.
También es verdad que muchas veces las publicaciones de las editoriales chinas podrían, en mi modesta opinión, ser mejoradas para hacerlas más amenas y comprensibles para el lector occidental. Pero eso sería tema de otro análisis.
“Conocimientos Comunes de la Cultura China”  es, en mi opinión, una agradable excepción en este sentido,  y representa un esfuerzo encomiable para acercar ideas básicas de la cultura china al exterior, en este caso al mundo hispano.
El libro forma parte de una trilogía cuyos otros dos títulos son “Conocimientos Comunes de la Historia China” (que también recomiendo) y “Conocimientos Comunes de la Geografía China” (éste último ya solo para los que están más interesados en temas concretos de la geografía).
 (Edición bilingüe español-chino)
The Overseas Chineses Affairs Office of the State Council
Editorial: Sinolingua