01 junio, 2019

Lamentablemente, y en algunos casos, España es diferente

Antes de empezar, y para evitar malas interpretaciones, quiero dejar claro que pienso que España es un país maravilloso, con gente encantadora. Lo digo porque muchos dicen que no hago más que criticar a España. No critico al país, critico muchas de sus políticas. Décadas atrás había una publicidad en el exterior que decía, en inglés, "España es diferente", destacando las virtudes del país para atraer turistas.

Lamentablemente, y como casi todo en la vida, hay dos caras en una moneda. Y en el caso concreto de las relaciones con China, la posición de las diferentes administraciones españolas, han sido y son, por decirlo con educación, por lo menos decepcionantes, nada más ni nada menos que después de 45 años de relaciones diplomáticas.

Los que me siguen saben que desde hace años soy muy insistente (me pueden llamar pesado, no me importa) en el tema que voy a tratar hoy y que para mí es muy sencillo: no se puede decir que se da importancia a las relaciones con China si ni siquiera desde las más altas instituciones, por poner sólo un ejemplo -luego vendrán más- se es capaz de escribir o nombrar bien los nombres aunque sea sólo del Presidente de lo que es la segunda potencia del mundo.

Todo esto viene a relación con una nota del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que puede leerse aquí donde llama "Xi Yinping", al Sr. Presidente de la R.P.China. Pero por ahora no me voy a referir a este tema en particular.


A muchos esto les da lo mismo -están en su derecho-, y otros miran para el costado porque no quieren verse involucrados ni meterse con el poder. Amigos lectores, ¿serían capaces de tener amigos, parejas, con gente a la cual no saben ni cómo se llama?  Me dirán que el chino es un idioma difícil y "raro"; también lo es para los franceses, alemanes, italianos o estadounidenses, sólo por dar algunos ejemplos, pero que no cometen estos errores.

Como posiblemente sea mi última reflexión sobre el tema voy a poner algunos ejemplos sobre este tema de los nombres y otros relacionados con China en España:

- Me he cansado de escuchar a ministros (como soy tradicional, cuando digo ministros, me refiero a ministros, ministras y ministres)  -del PP y del PSOE- "alardear" de cuántas veces visitaron China.... cuando todos sabían -China es un pañuelo- que su interés estaba en los trajes y la ropa que se hacían a precios muy baratos. Nadie lo ha dicho públicamente creo. Pero a esta altura de mi vida me da lo mismo.

- Leo estos días a quien se denomina "uno de los principales expertos de China en España", decir que tuvo la oportunidad de vivir de manera directa los hechos de Tian´anmen de 1989 "hasta el trágico y violento desenlace que se produjo a principios de junio" cuando  los que estábamos en China sabemos perfectamente que -al igual que yo- no pudimos vivir de manera directa ese desenlace porque no estábamos en Pekín.

- Cuando el prestigioso Real Instituto Elcano publicó en noviembre del año pasado un Informe sobre China, comenté públicamente y con espíritu constructivo los graves errores de traducción de su Resumen Ejecutivo (11 párrafos en una página y media). El portal Iberchina.com sin embargo indicó al respecto citando mi nombre: "Dura crítica al informe preparado por el Real Instituto Elcano @rielcano sobre las relaciones de España con #China, coordinado por Mario Esteban". Aclaré, aunque no era necesario, que mi crítica no era al Informe, sino a la traducción de su resumen ejecutivo, insisto, 11 párrafos en una página y media. En todo caso, ni Iberchina rectificó ni el Real Instituto Elcano sacó una nota aclarando el tema. 

- Prácticamente el mismo mes visita España el Presidente de la República Popular China, Sr. Xi Jinping. En el discurso que da en el banquete oficial de bienvenida, el Jefe del Estado español, se refirió al líder chino como "Presidente Jinping". Puse varios comentarios educados, no en contra del Rey del España, sino preguntando cómo era posible que todos sus asesores e instituciones involucradas le hicieran caer en tal error. Pues parece que a nadie le importó porque en mi mensaje cité abiertamente a la Casa Real, a Moncloa, al Ministerio de AA.EE. y a la Embajada de España. Nadie me respondió; lo entiendo, yo no soy nadie. Pero NADIE, que yo sepa, se hizo eco de este hecho.

- Para terminar esta relación, que podría llegar al infinito, vuelvo al Comunicado de Prensa del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Aparte de escribir mal su nombre, delante del mismo ni pone la palabra "Señor" ni menos aún su título de "Presidente de la República". Creo, sinceramente, y pido perdón por adelantado por si alguien se ofende, que más que un error, se trata ya de una falta de respeto y de educación hacia un Jefe de Estado, en un portal oficial del Gobierno español. 

- Tampoco entiendo, posiblemente debido a mi ignorancia, como un ministro del Gobierno español, hace una "visita institucional" a China y no se reúne con nadie de su cartera o de la administración central. Alguien me ha dicho que esto es "habitual" y que lo sabe por experiencia. En ese caso, me callo y aquí queda mi comentario.

España tiene una Embajada en China creo que desde 1973 (sinceramente sé la fecha del establecimiento de relaciones pero no de la inauguración de la Embajada); tres Consulados y tres Oficinas Comerciales en Beijing, Shanghai y Guangzhou. Cuenta con algunos muy buenos profesionales y conocedores en esas tres ciudades. ¿Cómo puede ser que se cometan estos graves errores? Si hasta un adolescente, con Google o Baidu sabría escribir bien el nombre de Xi Jinping. La única explicación "lógica" que encuentro, pero no sé si será así o no, es que esos profesionales no son tomados en cuenta.

La comunidad española en China cuenta también con varias personas con dilatada experiencia en el país, experiencia y conocimiento que no da la mejor escuela de negocios, sino la práctica. ¿Alguien cuenta con ellos? Algunos incluso se han jubilado después de décadas de trabajo y experiencia. ¿Alguien cuenta con ellos?  No, casi nunca los veo citados en actos sobre China, actos en los cuales sí participa gente que hace años o décadas que no pisa el suelo chino, no habla una palabra de chino, pero que escriben sobre cómo piensan los chinos.

¿Y que me dicen de los becarios? ¿Y qué me dicen de los que han estudiado chino y regresan a España y no encuentran trabajo a pesar de hablar no sólo español y chino, sino también en la mayoría de los casos inglés? 

En el fondo y a pesar de todas las bonitas palabras del PP y del PSOE, del esfuerzo que sé que han hecho y hacen muchos verdaderos servidores públicos en la Administración, en el fondo, China no le interesa de verdad a España. Y si lo que he dicho es duro, esto lo será más: falta profesionalidad, espíritu de colaboración, voluntad de sacrificio, modestia, escuchar a los demás, dejarse de tantas peleas y celos. 

Así es como trabaja Francia, con Macron rodeado de asesores repitiendo hasta el infinito, hasta golpear la mesa, una frase en chino; con asesores que le indicaron que tenía que poner en su discurso una cita de un poeta que había sido nombrado por Xi Jinping en un reciente congreso. 

Así trabaja Alemania, a cuya canciller le indicaron que empezara su viaje a China por Xi´an, capital de la Provincia natal de Xi Jinping.

Y así trabajan muchos países latinoamericanos, sí señor, de los cuales España con modestia podría aprender, ver cómo usan sus redes sociales, ver cómo sus presidentes vienen con sus propios intérpretes, ver cómo utilizan el idioma chino en todas sus acciones de promoción comercial, y en especial ver cómo no se equivocan al mencionar los nombres de líderes y ciudades chinas.

Y por último, ¿por qué no se aprende un poco de China? ¿O es que lo chino es malo, subdesarrollado? ¿Cuándo, no sólo un dirigente, sino cualquier publicación china en español ha escrito mal el nombre de un país, de una personalidad del mundo hispano-parlante? ¿Cuántos Embajadores chinos hay en nuestro mundo que hablan español, que empezaron desde muy abajo y llevan décadas de conocimiento sobre nuestro mundo? No nos olvidemos nunca que si en China se habla español es gracias al gobierno de su país, en 1953 y ahora, y que si, dicho con respeto, hasta un taxista de Beijing ha oido hablar de El Quijote, cuántos han oído hablar en nuestro mundo de Mo Yan, por poner sólo un ejemplo.

En todo caso, pido perdón de antemano si alguien se ha sentido ofendido. Pero si de verdad España quiere mejorar sus relaciones con China, en mi modesta opinión, lo primero que tiene que hacer es cambiar radicalmente de modelo; que haya una buena coordinación, que se escuche y se tenga en cuenta a la gente que está in situ, a los que llevan años triunfando en ese país, y también siguiendo con mucha atención qué hacen no sólo lo que España llama "los países de nuestro entorno", sino América Latina. 

Soy consciente de que estoy pidiendo peras al olmo; de que si fuese por mí dentro de dos meses estaré escribiendo sobre lo mismo. En el fondo a nadie le importa, y lo único que logro es ganarme cada vez más enemigos, caer en más listas negras y empeorar mi salud. Pero quizás ya soy demasiado viejo para cambiar, y si algo aprendí de mi padre es a no callarme la boca y decir lo que pienso. Por eso quizás él también se quedó tan solo al final de sus días.

@PabloRovetta

1 comentario:

  1. Felicididades por los pàrrafos escritos. Hay mucha verdad en todo lo qie dice. Yo fui becado para realizar un master de la enseñanza de la lengua china en Beijing, afortunadamnte ahora trabajo como profesor de chino. Podemos ver como China ofrece becas para que jovenes españoles estudien en China, algo de lo que España también deberia tomar nota.
    Gracias.

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