28 noviembre, 2023

Uruguay y China: un sano ejemplo para la diplomacia mundial

Después de varios meses de "parón" regreso a estas páginas para comentar la reciente visita a China del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou. Al fin y al cabo éstas son unas "Reflexiones Orientales" y el viaje del presidente de la República Oriental a la República Popular en el Oriente no podía faltar en este espacio.

Empezando por el final, me gustaría decir que la visita del mandatario uruguayo fue muy exitosa en todos los aspectos y muy necesaria ya que habían pasado siete años desde la anterior visita presidencial, del Dr. Tabaré Vázquez. Además puede considerarse como un broche de oro a un año en que se está celebrando el 35º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Las cosas han cambiado mucho -para mejor- en los últimos siete años, y hemos visto un gran salto adelante en las relaciones a todos los niveles, desde el punto de vista cuantitativo pero, más importante, en lo cualitativo.




Uruguay cuenta ahora con una mayor presencia oficial en China gracias a la inauguración de los consulados en Guangzhou en el 2019, y en Chongqing un año más tarde. Hasta entonces, y desde el 2003, sólo contaba con el consulado de Shanghai en la parte continental de China. Entre otras, también hay una Oficina del INAC (Instituto Nacional de Carnes), recién inaugurada en la capital del país.   

La embajada uruguaya en la capital china y sus tres consulados han realizado en estos últimos años una brillante labor de promoción, en especial, pero no sólo, con un muy inteligente y activo uso de las redes sociales chinas, para que en China se conozca más nuestro país, su arte y cultura, su gastronomía y sus atractivos turísticos entre muchas otras cosas.

Puedo decir que Uruguay, y en especial su embajador Fernando Lugris, tiene una presencia en los medios de comunicación chinos mucho superior a lo que es nuetro país demográficamente -un barrio de Beijing- y en comparación con muchos de nuestros vecinos continentales con una historia mucho más dilatada de relaciones oficiales con la República Popular.

En lo comercial, aparte de producos ya tradicionales de los últimos años como carne o los lácteos -CONAPROLE ya había abierto una Oficina de China en el año 2013-  en los últimos años se está trabajando seriamente para que otros productos uruguayos sean conocidos en el país, entre ellos los vinos. En lo oficial, China ha ido habitando paultinamente la entrada de otros productos tradicionales de las exportaciones uruguayas -uno de los últimos ejemplos ha sido el sorgo este mismo año- al tiempo que, aparte de la carne o soja, es de destacar el importante papel que juega la celulosa o la leche en polvo en las ventas al país

Tampoco debemos olvidarnos que el fútbol es el "arma mágina" para que diversos aspectos de Uruguay y sus productos sean conocidos hasta en el último rincón del país. Esta "arma márgina" ha sido utilizada con inteligencia por la embajada de Uruguay durante la participación en ferias especializadas o en viajes institucionales por el interior del país. Recuerdo con orgullo, que cuando llegué a China con 17 años de edad en 1975, al decir que era uruguayo, la gente relacionaba el nombre de "Wulagui" con el fúlbol.

Para terminar este breve resumen, no podemos dejar de mencionar un aspecto político muy importante: la adhesión de Uruguay en el 2018 al proyecto de "La Franja o la Ruta" (o para simplicar "la nueva Ruta de la Seda") una inciciativa del presidente Xi Jinping.

En este contexto, la visita de Lacalle Pou podríamos decir que era algo "imprescindible" y sus positivos resultados marcan el comienzo de una nueva etapa en las relaciones bilaterales, que han subido un gran escalón en lo político, económico y comercial, cooperación científica y educativa, entre tantos otros.

Uno de los resultados más importantes de la visita es la decisión de ambos gobiernos de establecer una Asociación Estratégica Global. Este proceso había comenzado en el año 2016, como consecuencia de la visita del Dr. Tabaré Vázquez a China, cuando se decide establecer una Asociación Estratégica y que ahora ambas partes deciden "elevarla" y llevarle al campo de lo global. No se trata de un simple cambio de palabras, ya que la ahora acordada Asociación Estratégica Global es el máximo nivel que pueden alcanzar las relaciones diplomáticas entre China y otros países.  

En el aspecto comercial bilateral, entre otras cosas, se logró ampliar la gama de productos qiue van a poder entrar al mercado chino y se decidió reducir los plazos administrativos para la exportación de ciertos productos. Esto tendrá un importante efecto paras incrementar el valor de las ventas uruguayas.

Como es sabido, el presidente Lacalle Pou ha sido y es un firme defensor del libre comercio, y en el caso concreto de China se ha propuesto casi desde la asunción de su mandato la concreción de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la República Popular, pero ha tenido y tiene que enfrentarse a la oposición de Argentina y Brasil que desde el Mercosur pretenden aferrarse -en mi modesta opinión- a un modelo de integración obsoleta y que en la práctica no ha tradido muchos beneficios al país. Y, lo que es para mí peor, a las críticas de una oposición que parece que pensara en ello de "estaré en contra de todo aquello en lo cual esté a favor el presidente". Como si lo del TCL no hubiese sido algo de lo cual se empezó a hablar durante el gobierno del Dr. Tabaré Vazquez del, ahora en la oposición, Frente Amplio.

Mientras que en el Comunicado Conjunto se menciona que ambas partes "se congratulan por la finalización del Estudio Conjunto de Factibilidad sobre un posible Tratado de Libre Comercio Uruguay-China" -es importante que esto se haya reflejado en los documentos firmados- se reafirma la disposición a promover la construcción de una "asociación de libre comercio" al tiempo que se reafirma que están dispuestas a "promover el diàlogo en materia de libre comercio entre el Mercosur y China". Una fórmula diplomática, en mi opinión, de apoyo a Uruguay en sus asperaciones, pero sin ofender a los dos socios de Mercosur que también mantienen buenas relaciones diplomáticas con Beijing: Argentina y Brasil. Un detalle no menor al respecto es que Paraguay, miembro de Mercosur, no tiene relaciones diplomáticas con China lo cual, entre otros muchos factores, podría retrasar, no se sabe hasta cuándo, la concreción de ese acuerdo. Es interesante que se habla de Mercosur-China y no de diálogo en materia de libre comercio entre los miembros del Mercosur y China.

Como resultado de la visita se firmaron más de veinte acuerdos, algunos de ellos muy destacados como el incremento del número de becas para que jóvenes uruguayos estudien en China; la cooperación en el ámbito de la agricultura, y de la ciencia y tecnología agrícola.

La mención al "libre comercio" estuvo presente en muchos de los discursos del presidente uruguayo, y en este sentido ambas partes destacaron la importancia del mismo en el escenario internacional.

Aparte de los miembros del gobierno que formaron parte de la delegación oficial, el presidente Lacalle Pou estuvo acompañado por empresarios y destacados investigadores, y en su estancia en Beijing tuvo oportunidad de contacatar con representantes de empresas uruguayas en China así como de la cada vez mayor colonia oriental en el país.

En un mundo cada vez más dividido en extremos, donde parece que existiera sólo el negro y el blanco, y en cual China es una fiel partidaria de la multipolaridad en las relaciones internacionales, el caso de Uruguay y China merece una mención especial como una muestra de que países con diferencias demográficas, territoriales, culturales, históricas y sobretodo de sistemas políticos, pueden "llevarse bien" y llegar a acuerdos en beneficio mutuo. 

Las relaciones entre Uruguay y China desmontan la teoría de algunos medios de prensa, gobiernos y organismos occidentales que sin tapujos hablan de que China estaría "colonizando" América Latina. Por cierto son muchos de esos gobiernos y organismos internacionales, como la Unión Europea, quienes cierran las puertas a la entrada de productos latinoamericanos que sin embargo sí se pueden exportar a China.

Desde el establecimiento de relaciones diplomáticos hace ya 35 años, todos los presidentes de las tres principales fuerzas politicas que han gobernado y gobiernan Uruguay han visitado China. Las relaciones con China han favorecido a Uruguay en todos y cada uno de esos gobiernos. 

Es una pena que, dentro de un marco cada vez más radicalizado en la política interna uruguaya, desde la oposición se haya criticado desde el principio la iniciativa del presidente Lacalle Pou de "abrirse al mundo", al tiempo que no se hayan celebrado -más bien al contrario- los logros obtenidos por esta visita.


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