02 octubre, 2018

Victor José Ochoa Gómez - In Memoriam

Con profunda tristeza me acabo de enterar del fallecimiento de Victor José Ochoa Gómez, padre de mis amigos de China, Victor, Adolfo y Antonio.

Mi padre falleció también hace pocos meses y aunque ellos dos nunca llegaron a conocerse, ni a mantener ningún tipo de relación, tenían algunas cosas importantes en común, siempre en torno a China.




Victor J. Ochoa Gómez fundó en 1970 en Caracas la librería "Viento del Este" dedicada a la distribución de publicaciones chinas, mientras que mi padre, al sur del continente, fundó en los años 50 en Montevideo "Nativa Libros" con igual finalidad. Por lo que cuenta su hijo Victor, él y sus hermanos pasaron en su juventud varias horas en "Viento del Este", y a mí me pasó lo mismo con "Nativa Libros".

Ambos trabajaron para Guozhi Shudian (国际书店), como se llamaba entonces el organismo chino encargado de distribuir sus publicaciones por todo el mundo, y ambos fueron invitados a visitar China en más de una oportunidad y fueron recibidos por el Presidente Mao.  También el padre de Victor y el mío presidieron las respectivas Asociaciones de Amistad de Venezuela y de Uruguay con China.

Victor y su familia me llevan varias décadas de "ventaja", ya que ellos residieron en la capital china entre 1968 y 1970, siendo niños, mientras su padre trabajaba en la Agencia de Noticias Xinhua (más conocida entonces como "Nueva China"). En nuestro caso, comenzamos a residir en Beijing en 1975.

Nuestra relación con la familia Ochoa-Piccardo comienza en 1976 cuando su hijo Victor llega al llamado entonces Instituto de Lenguas de Beijing y nos asombró a los pocos hispanoparlantes que allí estábamos porque se movía en la ciudad "como pez en el agua", como si siempre hubiese vivido allí. Al año, creo, llegó su hermano Adolfo.

Ambos se hicieron amigos de mi familia durante varios años. Victor, al igual que mi padre, mi hermana Laura y yo, tocaba la guitarra, y junto a otros amigos latinos -entre ellos recuerdo al boliviano Lucio con su mandolina- pasábamos tardes y noches felices, algunas veces después de comer un asado que hacía mi padre.

Con Victor tuve la suerte de, aparte del Instituto de Lenguas, compartir algunos años en la Universidad de Qinghua (ahora más conocida como Tsinghua). Primero a través de nuestras largas conversaciones -en las cuales a veces aparecía Adolfo- llegué a "conocer" bastante a sus padres, su abuela, y los otros dos hermanos (a Antonio lo pude conocer personalmente años más tarde). 

Cuando Victor publica su libro "Cartas del Jingzhai" pude si se quiere sentirme más cerca de su familia ya que en su original obra reproduce la gran mayoría de cartas que, estando en la Universidad de Qinghua, le escribe a su familia, haciendo una descripción detallada de lo que veía y vivía en una China que estaba empezando a cambiar.

Por último, también compartíamos con Victor en nuestras charlas más recientes, nuestra no sé si llamarla angustia, dolor o rabia, por estar tan lejos de nuestros padres.

Por todas estas razones, he sentido de forma especial el fallecimiento de Victor José Ochoa Gómez, al que creo que llegué a conocer algo, sin haberlo conocido. 

No sé si son casualidades o esas cosas inexplicables de la vida, pero su padre -tan relacionado con China- que por suerte pudo irse en paz, lo hizo justo en el aniversario de la fundación de la República Popular.

Todo mi cariño a su familia, y que descanse en paz.

@PabloRovetta 

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