30 agosto, 2014

China: cambios lingüísticos y polémicas políticas, históricas y sociales

La nueva edición del “Diccionario de Palabras Estándares del Idioma Chino” (现代汉语规范词典) con la inclusión de una nueva acepción para la palabra “tuhao” (土豪) –anteriormente “déspota malvado”, y ahora también “persona rica sin cultura”- ha tenido una gran repercusión en la República Popular y generado muchos comentarios y polémicas en las redes sociales y en los medios de prensa del país.

En un  reciente artículo del China Daily podemos encontrar la noticia sobre el diccionario, que ha agregado unas cien palabras nuevas, en su mayor parte relacionadas con el lenguaje moderno de Internet; aunque ninguna ha generado tantas discusiones como “tuhao”, que tiene un profundo contenido histórico, político y social.

En noviembre del año pasado tuve la oportunidad de reflexionar en el Instituto Cervantes de Pekín sobre el tema “China: y la reforma también reformó el idioma” y meses más tarde publiqué un artículo en Global Asia.

En ambos casos hacía referencia a un grupo de “palabras que `han regresado` pero con otro significado”, destacando de forma especial precisamente el caso de “tuhao”  una de las palabras más “de moda” en la China de hoy, que originalmente tenía el significado políticamente despectivo de “déspotas locales”, y que ahora se usa – de forma despectiva o no, según sea el ángulo desde el que se mira- tanto como para lo que podríamos traducir como “nuevo rico” o, según la nueva definición oficial “persona con mucho dinero pero sin cultura ni valores correctos”.

Para ilustrarlo ponía dos diapositivas. La primera, con el significado “antiguo” de “déspotas locales”, término utilizado en la revolución del Partido Comunista y en los primeros años después de la fundación de la República Popular China, donde incluía una foto del “ballet revolucionario” “El destacamento rojo de mujeres” que recientemente ha vuelto a los teatros chinos.




En la segunda ponía un ejemplo de lo que podría ser hoy un “tuhao”



 “Tuhao” puede ser utilizada tanto como sustantivo como adjetivo y se ha vuelto tan popular que a finales del año pasado se difundió ampliamente en China la noticia de que iba a ser incluida en la próxima edición del Diccionario Oxford de Inglés.

Como indicábamos, se han generado polémicas de todo tipo en relación con la aceptación “oficial” de la nueva acepción para “tuhao” y hay opiniones para todos los gustos.

Muchos habitantes prósperos de las zonas rurales se han sentido ofendidos –por la definición de gente “sin cultura”- y han desatado una polémica en las redes sociales con los residentes en grandes ciudades.

Otros dicen sin tapujos que “el 90 por 100 de la gente de dinero en China se ajusta a la definición de “rico sin cultura ni valores correctos”; y también están los que opinan que los “millonarios de la noche a la mañana” de China no han hecho su fortuna por medios “honestos”, y su riqueza no es el fruto de su trabajo.

Muchas opiniones reflejan una especie de “odio” hacia estos “nuevos ricos”, mientras otras dan a entender una cierta “envidia” (“ya me gustaría a mí ser un ‘tuhao' aunque no tenga cultura” dice uno de los participantes en un foro).

En todo caso, esto no deja de ser una muestra más de que –como indicaba meses atrás, y perdón por auto citarme-  “las transformaciones que han tenido lugar en la República Popular en las últimas décadas, no sólo han cambiado la fisonomía del país, destacados aspectos de su sociedad y de la forma de vida de su población, sino incluso hasta la forma de hablar, de expresarse y la escritura.”


Aquí, muchos de los cambios en el idioma tienen su origen –al igual que en todo el mundo- en los avances tecnológicos, y en las transformaciones generacionales, sociales y culturales que se están viviendo en las últimas décadas. En el caso del chino, sin embargo, tenemos un elemento más a añadir y son los cambios que se producen como consecuencia directa de la política de apertura al exterior y de reformas políticas, económicas y sociales que están teniendo lugar en el país más poblado del mundo.

2 comentarios:

  1. Muy interesante esta reflexión, sobre todo viniendo de un sinólogo como Pablo Rovetta.
    El idioma es un sistema de comunicación que mientras que es usado por una comunidad está vivo, es decir, evoluciona, cambia. Solo las lenguas muertas permanecen inmutables.
    Recuerdo así, a bote pronto, que en castellano "hacer el amor" hace años era sinónimo de "cortejar", "galantear", "ligar", y en un momento determinado de la evolución lingüística pasó a significar "practicar sexo".
    "Testar" era (y creo que aún es) "hacer testamento", pero ahora se emplea mucho más para "hacer un control o una prueba". Etc, etc, etc...

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    1. Gracias Fernando (aunque no me considero un sinólogo) Efectivamente, los idiomas "vivos" están en constante movimiento y evolución. En el caso de esta entrada, lo que intentaba era destacar los cambios "políticos" en el idioma chino. En otros idiomas, un nazi sigue siendo un nazi, lo mismo ocurre con palabras como socialista, comunista, liberal, conservador, derecha, izquierda,etc.. Aquí, con "tuhao" los "déspotas malvados" se han transformado en "nuevos ricos". Gracias, como siempre, por tu interés y tus comentarios. Un abrazo.

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