25 diciembre, 2019

Navidad, "Día de la familia" y la Occidentalización de China

Antes que nada, quiero dejar claro mi más absoluto respeto a todos aquellos a quienes, por razones religiosas -creo que una minoría- o de costumbres, les gusta celebrar la noche del 24 de diciembre y desear "Feliz Navidad".

A principios del siglo XX, Uruguay tuvo uno de los más grandes presidente de su historia, Don José Batlle y Ordóñez, quien tomó toda una serie de medidas económicas y sociales muy progresistas para convertir a la República Oriental en un Estado moderno. Entre ellas destacan las ley de ocho horas de trabajo o la ley del divorcio.

Gracias a las medidas de José Batlle y Ordóñez, Uruguay se colocó a la vanguardia, no sólo en América Latino, sino en gran parte de Occidente, en lo relacionado con los derechos sociales. 

Una de sus medidas más importantes que tomó fue la de la separación de la Iglesia y el Estado; lo cual no impedía que los creyentes de cualquier religión tuvieran absoluta libertad de culto. Como consecuencia, todas las fiestas de origen religioso cambiaron de nombre. Entre otras, oficialmente la "Semana Santa" pasó a llamarse "Semana de Turismo", y la "Navidad" pasó a llamarse "Día de la Familia". Con ese nombre, en rojo, aparecía en los almanaques cuando yo era niño, hace mucho tiempo atrás.

Mi padre, hasta sus últimos días de su vida, cuando alguien le hablaba de la Navidad se enojaba y gritaba "es el Día de la Familia".

El mal llamado "progreso", el consumismo, la influencia de costumbres venidas en especial de los Estados Unidos y Europa, con el paso de los años han cambiado por completo esa costumbre, y hoy, en la vida diaria, en la publicidad, en las felicitaciones, la "Navidad" ha triunfado de forma arrolladora sobre "el día de la familia". 

No tengo nada que criticar al respecto, aunque no me guste; se ha convertido en una costumbre, y acepto con alegría los deseos de "Feliz Navidad" del cada vez más reducido número de personas que me felicitan, porque sé que lo hacen con cariño y buena voluntad. Pero no me gustaría ver la cara del cariñosamente llamado "viejo Batlle" si se despertara y viese la situación actual del Uruguay en este aspecto. 

En todo caso, y por diferentes razones familiares relacionadas con los duros años vividos en Uruguay y Argentina en los años setenta, los 24 y 25 de diciembre son los peores del año para mí, y me gustaría poder acostarme un 23 y despertarme el 26 de diciembre.

Los primeros años que vivimos en China, a partir de 1975, fueron en ese sentido un gran alivio. Esos días no se mencionaba la Navidad, eran días laborables, y no existían los modernos medios de comunicación y contacto con el mundo que existen en la actualidad para "bombardearnos" con las campañas navideñas.

Pero con el paso de los años llegó la modernización, y como en muchos otros países, la "occidentalización" de muchas costumbres venidas de Occidente. En un principio sólo eran los hoteles de turismo para el extranjero que estaban todo el día con la música navideña, los árboles y las comidas especiales para los días 24 y 25.

Y luego, como muchas otras fiestas occidentales -el día de los enamorados, Halloween, etc. - la Navidad llegó a formar parte de la vida china, en especial en las grandes ciudades, con la excepción de que por lo menos por ahora, siguen siendo días laborales.

Creo que al igual que en Uruguay y gran parte de Occidente, esos millones de chinos, en especial la juventud, que ahora la celebra,  no lo hace por motivos religiosos, muchos ni siquiera saben qué es lo que están festejando, pero es una buena oportunidad para divertirse y pasárselo bien.

No voy a ser yo quien critique esto, como no lo critico en Uruguay, pero no me gusta y por eso lo digo, aunque lo respeto y agradezco de verdad que desde China me deseen "Feliz Navidad" porque, como en el caso de Uruguay, sé que son mensajes con buenas intenciones y de cariño. 

Días atrás pensaba que me encantaría encontrar una burbuja para esconderme y desaparecer hasta el 7 de enero. Antes esa burbuja era China, pero desde hace años ya no me sirve.

Ya estamos a 25, queda menos para que esto termine, y mientras tanto, lo les deseo a todos unas Felices Fiestas y los mejores deseos para el 2020.

@PabloRovetta

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