19 marzo, 2020

El Covid 19 y la "democracia" - Otra vez más, en defensa de China

China ha anunciado, por primera vez, que ya no se han producido casos de contagio locales del Codiv 19, lo cual marca el final de una larga y dura batalla, aunque las mismas autoridades alertan que no es el fin de la "guerra" contra el mortal virus.

Es un hecho muy positivo, que ha demostrado al mundo que las medidas tomadas por las autoridades del país en los últimos meses -tan criticadas en muchos casos en Occidente- han sido efectivas.

Control sanitario antes de la entrada de un ciudadano chino. Se le toma temperatura, se debe desinfectar las manos y rellenar un formulario con todos sus datos



También es una muestra de lo correcto de los elogios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacia la actuación del país asiático, indicando que era todo un ejemplo para el resto del mundo.

Lamentablemente, el ejemplo chino y las recomendaciones de la OMS no han sido tomadas en cuenta en gran parte del mundo, lo cual ha llevado a una creciente y mortífera crisis que está afectando con fuerza, entre otros, a países como España o Italia.

Lo peor han sido las críticas que ha recibido la República Popular durante todo este período, y las muestras de xenofobia hacia muchos de sus ciudadanos en el mundo. En el caso de España, la comunidad china ha dado un destacado ejemplo de solidaridad al repartir de forma gratuita entre pasajeros de metro, policías y hospitales, las mascarillas que les habían quedado cuando fueron los únicos en la sociedad civil española -con muy contadas excepciones- que se movilizaron para ayudar a sus compatriotas meses atrás.

Aunque aún no está claro el origen de esta pandemia, en muchos casos no se ha dudado en llamarlo "virus chino", a pesar de que la OMS lo ha calificado con el nombre de Covid 19. Muchas de las medidas tomadas por el gobierno de Xi Jinping fueron clasificadas como "draconianas", o contrarias a los "derechos humanos". 

Las medidas tomadas por China incluyeron el aislamiento de la ciudad de Wuhan y la provincia de Hubei; el control del movimiento de la población, una cuarentena total, la toma de la temperatura a las personas en todos los lugares públicos, desde Aeropuertos, estaciones de tren, hasta los bloques de viviendas de los ciudadanos, pasando por tiendas, edificios de oficina u hoteles, entre otros. Incluso a los conductores de vehículos se les tomaba la temperatura.

El Presidente Xi Jinping movilizó a todo el ejército para enviar personal médico a Hubei, y lo mismo hicieron delegaciones de diferentes provincias al tiempo que en cuestión de días se levantaron varios hospitales provisionales que por suerte ya han sido desarmados.

También se aprovecharon los medios modernos de comunicación, como los teléfonos móviles, para permitir el uso de aplicaciones con el fin de seguir la situación de los infectados. Esto mismo lo han hecho países como Corea del Sur.

En medio de todo esto, en algunos casos se ha destacado el carácter "comunista" y "dictatorial" del gobierno de la República Popular y el renombrado escritor peruano Mario Vargas Llosa indicó el pasado domingo que "nada de esto podría haber ocurrido en el mundo si China Popular fuera un país libre y democrático".

Lamentablemente, la experiencia de los países llamados "libres" y "democráticos" como España e Italia nos muestran de forma clara el fracaso de sus actuaciones, la improvisación, la falta de previsiones y de medidas efectivas, y lo que es peor, que a pesar de saberlo desde el mes de enero, no estaban preparados en lo más mínimo y eso se ve en la falta de los más elementales materiales, ya no digo para la población, sino aunque sea para el personal sanitario.

El 31 de enero, el representante oficial del gobierno de Pedro Sánchez para este tema indicó que "España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado"

Ya el día 10 de marzo, en medio de la grave crisis, el Presidente del Gobierno español indicó que "por fortuna contamos con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Son un motivo de orgullo y una coraza de seguridad". Cualquier ciudadano que esté ahora en España podrá comprobar cómo está funcionando "uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo", y cómo está funcionando esa "coraza de seguridad".

Los que regresamos de China a España, los que han viajado de Italia o de cualquier país del mundo, no fuimos sometidos a controles de temperatura. Yo mismo llegué el pasado lunes 16 al Aeropuerto de Barajas y podría haber tenido 40 grados de temperatura pero entré a la ciudad sin ningún problema.

Hasta hace pocos días, los bares y terrazas, las playas, los estadios estaban llenos de gente. El 7 de marzo, con ya 430 casos confirmados y diez muertos el PSOE llamó a "salir a llenar las calles" el 8 de marzo, lo cual produjo una reacción en cadena de casos, de los cuales no se sabe cuántos son de verdad porque las autoridades sanitarias no pueden hacer pruebas ni siquiera al personal médico.

Si estas son las ventajas de la "democracia", prefiero volverme ahora mismo a China, donde me sentiría mucho más seguro desde el punto de vista sanitario.

Lo peor de todo, como indiqué en mis últimas reflexiones es que mucho de este sufrimiento se podría haber evitado, por más que muchos digan que "nadie se esperaba esto". Bastaba con mirar a China, a países como Corea del Sur, o a Italia que está acá al lado, bastaba con escuchar a la OMS.

Me gustaría recordar algunos casos de crisis sanitarias en otros países. Por ejemplo el caso del envenenamiento por aceite de colza adulterado en la España "democrática" de los años ochenta, y que produjo la muerte de 300 personas. 

El caso fue tratado primero como una "neumonía atípica", y el entonces Ministro de Sanidad llegó a burlarse del tema, diciendo que se trataba de "un bichito". Un mes y medio después de la primera muerte se descubrió que la causa era un aceite de colza adulterado vendido a granel. 

"La extensión del problema sanitario cruzó las fronteras españolas y llegó a países como Dinamarca o Francia" indica el periodista Daniel Muela en un completo reportaje en el diario El País de España titulado "Colza, historia de un envenenamiento" y del cual, debido al tiempo pasado, recomiendo su lectura pinchando aquí

Eso ocurrió a principios de los años ochenta, cuando España aún no formaba parte de la llamada Comunidad Económica Europea. ¿Qué pasaría en este mundo actual, donde la globalización lo domina todo, si ese envenenamiento se produjese ahora? Un país "libre" y "democrático" como España ¿podría controlarlo y evitar su expansión por el mundo?

En el año 2009, tuvo lugar una pandemia mundial por la Gripe A H1N1, conocida también como la "gripe porcina". Ese año fue detectada en México desde donde entro a los Estados Unidos, un país "libre y democrático", desde donde se expandió a más de setenta países, y sólo ese año, según una información de la BBC llegó a causar entre 100.000 y 400.000 muertos, aunque fuentes oficiales estadounidenses dieron la cifra de 600.000 muertos.

¿Alguien habló entonces de "gripe mexicana" o "gripe estadounidense"?¿Fue el gobierno de los EE.UU. criticado por"permitir" la expansión a decenas de países? 

Como podemos ver, entonces, parece que también en los países "libres y democráticos" tienen lugar epidemias que se extienden por el mundo y que en algunos han causado muchas más muertes que el Covid 19. 

Hoy mismo, mientras escribo estas reflexiones, leo la prensa de mi país, Uruguay, donde ya se han detectado casos del Covid 19. El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) ha pedido al gobierno que decrete de forma inmediata una cuarentena total. El Gobierno de este otro país "libre y democrático", sin embargo, se opone "porque quiere mantener la economía encendida". 

Para terminar, creo sinceramente que no se puede acusar al sistema político de China por esta pandemia. Al contrario, muy diferentes serían ahora las cosas si muchos de los países "libres y democráticos" hubiesen tomado como referencia el caso de China. La mejor prueba de ello es que países "libres y democráticos" como Italia y España han tenido que solicitar la ayuda de la República Popular, no sólo para proporcionar la ayuda de sus médicos (en el caso de Italia), sino para abastecerse de material sanitario.

También es verdad que muy pocos países -y los hay, de diferente signo político como es el caso de Corea del Sur- tienen la capacidad de China para tomarse de verdad en serio el problema y tomar todas las medidas necesarias en beneficio de la salud de su población.

Muchos indican que después de esta crisis cambiarán muchas cosas. Yo, después de lo que estoy viendo en España, soy bastante escéptico al respecto.

Me gusta y emociona la solidaridad del pueblo español que sale a sus balcones todas las noches a aplaudir al personal sanitario, que literalmente se está dejando la vida para salvar a los enfermos.

Más me gustaría que, una vez que pase esta crisis, todo ese personal médico sea tratado económica y laboralmente como se merece, por ejemplo sin esos "contratos basura" en muchos casos de sólo 24 horas de guardia. 

Mientras tanto, y una vez más, China y su pueblo han demostrado la capacidad, la disciplina, la organización que tienen para enfrentar todo tipo de dificultades.

Ojalá en lugar de criticarla tanto, en lugar de insistir tanto en el tema de la supuesta "democracia", se intentara aprender de sus experiencias positivas, no sólo en este campo sino en muchos otros, como la inteligencia artificial. 

No hay en el mundo países perfectos al 100 por 100. Y no estoy diciendo que otros países tengan que tener el mismo sistema político que la República Popular. Sólo digo que hay referencias y experiencias del país asiático que pueden ser muy útiles en otros países, de la misma forma que la misma China ha tomado a lo largo de su historia, referencias de otros países, de otras sociedades, para usarlas en beneficio propio.

@PabloRovetta

8 comentarios:

  1. Querido Pablo; antes que nada, saludar esta nueva reflexión a partir de los sucesos que acontecen en estos momentos respecto de la pandemia originada por el COVID-19.

    Quiero manifestar mi pleno rechazo a lo escrito por Mario Vargas Llosa en su artículo del diario “El País”; y como peruano que soy, a este señor que renunció a su nacionalidad de origen para optar por la nacionalidad Española, causa sorpresa (por decir lo menos) que se exprese en tales términos respecto a lo que viene aconteciendo en estos momentos de pandemia mundial.

    Estos momentos, a mi parecer, no son para echarle el muerto a este o al otro, el rol que vienen asumiendo algunos medios de comunicación y gobiernos de algunos otros países deberían centrarse en buscar una solución conjunta al problema y no a buscar culpables. De eso ya se pueden encargar luego. Lo importante son las vidas humanas que están por encima de todo; y así lo entendió el presidente del El Salvador, país que aún no registra casos de infectados por el virus, decretando el cierre total de las fronteras de su país e implementar el estado de emergencia en todo el territorio nacional.

    Más allá de los regímenes políticos, lo que se necesita en estos momentos son soluciones, se necesita de la participación de todos los estamentos para ganar esta guerra viral.

    Concuerdo contigo en la doble moral con la que se trataron las medidas que en su momento adoptó China, uno de los países más poblados del mundo, para ponerle coto a la epidemia que enfrentaba en su momento, y como luego cuando los países de occidente se fueron alineando en la misma dirección, estas ya no fueron ni draconianas, ni anti-democráticas, ni iban en contra de los derechos humanos; sino que se optaban medidas de urgencia transitorias para controlar la expansión de la enfermedad.

    En suma, desde nuestras trincheras cada uno puede contribuir en algo para que podamos estar mejor armados (informados), compartir las experiencias de éxito en la prevención y tratamiento de esta enfermedad; así como lo que vivimos día a día y que nos ha ayudado a sobrellevar esta etapa de tensión y sosiego durante los últimos casi 60 días a los que vivimos en la República Popular China.

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  2. Excelente comentario que deja en claro los estereotipos y prejuicios contra un país que, ante el problema hizo lo mejor que pudo, unió esfuerzos con disciplina y está logrando salir adelante gracias a sus medidas. En Costa Rica, luego de titubeos iniciales, están tratando de imponer medidas más draconianas, ya no solo de mitigación sino también de contención. Muy bueno que hagás esa puntualización y el doble rasero con que en Occidente se ven a menudo algunas cosas.

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    1. Gracias por el comentario y mi solidaridad y todos los ánimos para los ticos.

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  3. Una vez más Pablo Rovetta da en el clavo de la cuestión. Dejemos de lado las ideologías y las políticas y vayamos al pragmatismo. A mí en este momento el sistema de gobierno que me interesa más es el que me saque antes de esta situación. Me da igual cómo se llame. Ya habrá tiempo de discutir de ideologías. Gracias, Pablo.

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    1. Gracias por el comentario querido Fernando. Coincido contigo en que lo más importante es que nos saque de esta situación. Lo que pasa es que se critica a los lograron superar la situación mientras tenemos que ver las chapuzas y falta de seriedad de un gobierno -sea del partido que sea- que nos ha puesto en peligro y es cómplice de tantas muertes que se podrían haber evitado.

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  4. Juan Alberto Ruiz5 de abril de 2021, 13:55

    Fantástico análisis... parece mentira que un año después todavía siga la narrativa enfrascada en la misma diatriba fanática contra China. Ahora como ya no saben cómo atacarla por el virus, se enzarzan en otros temas...

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    1. Gracias por el comentario. Efectivamente ya ha pasado un año; pero no me asombra y creo que irá en aumento a medida que China se vaya haciendo más fuerte. Un cordial saludo

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