30 enero, 2015

Estudiantes en la China de los años 70: Presidentes, Embajadores, Ministros, Periodistas y algo más. El caso de Jaime FlorCruz

Las universidades de Qinghua (Tsinghua) y de Beijing (Beida) fueron en los años 70 cuna de no sólo los recientes y actuales principales dirigentes de la República Popular –como Xi Jinping o Li Keqiang- sino también de una generación de estudiantes extranjeros de la que salieron Jefes de Estado, Ministros, Embajadores y periodistas que han tenido y tienen un papel destacado en diversos campos de la vida.

Uno de esos casos es el del filipino Jaime FlorCruz (a quien llamábamos "Jimmy") que desarrolló una destacada labor como corresponsal extranjero en Beijing y que, después de 34 años dedicado al periodismo se ha retirado el pasado 31 de diciembre como Director de CNN en China .

Tuve la suerte de conocer a Jimmy en 1975, cuando entré al Instituto de Lenguas de Beijing. Viniendo él de Filipinas, podíamos intercambiar muchas frases en español, y además compartíamos la afición por la guitarra. Eso hizo que el pequeño grupo de hispanoparlantes que estábamos entonces, lo consideráramos un amigo especial.

Posteriormente él pasó a estudiar en la Universidad de Beijing (Beida), donde coincidió con el actual Primer Ministro Li Keqiang y donde muchos de sus compañeros de clase o de Universidad fueron luego figuras destacadas del gobierno, entre ellos el actualmente “caído en desgracia” Bo Xilai.

En mi caso –al igual que el venezolano Victor Ochoa- entré en Qinghua, la Universidad donde estudió el actual Presidente Xi Jinping.

Jimmy había llegado a China en el año 1971, a la edad de 20 años, en principio por un viaje de unas semanas con un grupo de jóvenes filipinos, pero luego no pudo regresar a su país de origen por razones políticas del entonces gobierno de Manila.

En sus primeros años en China trabajó en el campo en la Provincia de Hunan, y cuando las universidades del país se reabren en la última fase de la Revolución Cultural comienza su carrera como estudiante. Tras graduarse en Beida,  empieza a trabajar para la revista TIME en 1982, y a partir del año 2000 en la CNN. De sus 43 años en China dedicó 34 al periodismo, lo que le convierte en el corresponsal extranjero que más años ha trabajado en la República Popular.

Fue testigo directo y privilegiado de la  apasionante historia de la China de los últimos 43 años, y desde su posición como periodista, de muchos de los grandes acontecimientos que han tenido lugar en el país y que tuvieron trascendencia en la historia mundial.

Como uno de los pocos verdaderos buenos conocedores de China, es muy modesto y equilibrado en sus enfoques, y trata de ver los temas del país desde una visión amplia, histórica, teniendo en cuenta tanto “la gran política” como los detalles más insignificantes de la vida diaria de sus habitantes.

“China is not this perfect, romanticized country, and nor is the big, bad villain some make it out to be” ha indicado al “China Daily” en un reciente artículo dedicado a su trayectoria.

En el momento de su jubilación, CNN le dedicó también un artículo-homenaje en su página web.

Quería compartir este homenaje a Jimmy desde estas Reflexiones Orientales, incluyendo las notas de CNN y del China Daily, y desearle lo mejor en lo personal y profesional. 

Salud Jimmy!






12 enero, 2015

EL PAIS descubre América, EL PAIS descubre China

Días atrás reflexionaba sobre las relaciones China-España-América Latina con motivo de la ceremonia de toma de posesión de la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a la cual asistió el Vicepresidente de China, mientras que desde Madrid el gobierno español no envió a ningún representante. (Ver entrada aquí)

Hoy el diario español EL PAIS publica un editorial titulado “China hace las Américas“, (Editorial de EL PAIS) que hace referencia a la reciente celebración en Beijing de una cumbre entre la República Popular y los países que forman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), sobre el cual me gustaría hacer las siguientes reflexiones:

1.      Dice EL PAIS que “China ha decidido desembarcar en Latinoamérica de manera abrumadora” como si se tratara de algo nuevo. En realidad, China ya está presente de manera muy significativa en América Latina desde hace muchos años. EL PAIS tendrá mejor información que yo para mostrar que desde hace ya mucho tiempo el gigante asiático –al cual califica como “la última potencia comunista del planeta”…..- es, en unos casos el principal, y en otros, uno de los principales socios comerciales y/o inversores en los países de América Latina. Los anuncios de un aumento de la inversión y del comercio bilateral son por lo tanto consecuencia lógica de un dilatado proceso.

2.      Dice EL PAIS que “el presidente chino, Xi Jinping, ha sido recibido por sus pares”. Es importante destacar que la cumbre tuvo lugar en Beijing, y por lo tanto fue el Presidente chino quien recibió a los representantes de los países Latinoamericanos y del Caribe. No es un detalle insignificante. China y su Presidente fueron los anfitriones de la cumbre, y el Presidente Xi fue quien recibió “en su casa” a los líderes que se desplazaron al país asiático.

3.       EL PAÍS incluso habla de “modelos” –económicos, pero también políticos y sociales- de las sociedades democráticas, que “deberían seguir” los países latinoamericanos, y éste sería un factor que España debería “hacer valer”. O sea que América Latina, por el hecho de estrechar sus lazos económicos con China caería bajo la influencia de “la última potencia comunista del planeta”. Con esta misma lógica, ni Estados Unidos ni la Unión Europea deberían fortalecer sus relaciones económicas y comerciales con China.

Creo que los países latinoamericanos ya son suficientemente mayores y maduros como para que se les pida seguir modelos que, por otra parte, EL PAIS no pide a muchos países geográficamente más cercanos a España.

4.       Por último, EL PAIS subtitula y destaca que “España no debe ser un mero espectador” del “desembarco” chino en América Latina. Lo que no dice es qué debería ser España, y qué podría ser y hacer España.

Hasta ahora, y me temo que en el futuro cada vez más, España no puede más que ser un espectador pasivo de este proceso. Es más, en los pocos casos en los cuales podría tener un papel más destacado, no lo hace. La mejor prueba de ello fue la representación española en la ceremonia de posesión de la Presidenta de Brasil, quien, acompañada por la mayoría de los Jefes de Estado y de Gobierno de todo el continente fueron testigos de cómo el Vicepresidente de China fue la personalidad de mayor rango fuera de la región. El mismo diario EL PAIS opinó  entonces sobre este tema, refiriéndose a la “lamentable infrarrepresentación de España en la toma de posesión de Dilma Rousseff"


05 enero, 2015

Representación española en toma de posesión de Presidenta de Brasil - Una vez más sobre la famosa "triangulación"

Con todos los respetos nunca he estado a favor de la teoría de la "triangulación" según la cual España sería la "puerta" ideal para que países como China y otros de la región Asia-Pacífico entren a América Latina.

Esta teoría se repite continuamente en declaraciones oficiales del gobierno español, instituciones gubernamentales, y se escucha y lee con frecuencia en España en muchos seminarios organizados por diversas instituciones, así como en artículos y trabajos sobre el tema.

Los hechos han demostrado desde hace ya muchos años que países como China, Japón, India, Corea o Australia, entre otros, pueden establecer fuertes lazos políticos, económicos y culturales directamente con América Latina sin necesidad de "pasar por España".

En todo caso, respeto a los defensores de esa teoría de la "triangulación", y creo que lo más lógico sería que la "defendieran" con hechos concretos. Sin embargo, el reciente acto de la ceremonia de toma de posesión de Dilma Rousseff como Presidenta de Brasil, es un ejemplo de que las supuestas excelentes relaciones y lazos especiales entre España y América Latina suenan a palabras huecas.

La China a la cual España se ofrece como "puerta" para América Latina, envió como representante a la ceremonia a su Vice Presidente de la República, mientras que España limitó su representación a la de su Embajador en Brasilia. 

No soy un experto en relaciones internacionales, pero supongo que en el Gobierno de España no existe mucha simpatía con Brasil después de que éste no apoyara su ingreso como miembro no-permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Estados Unidos no ha tenido tampoco relaciones fáciles con el gobierno brasileño, y precisamente por ésto y como muestra de voluntad para mejorarlas, también -al igual que China- envió a su Vice Presidente como representante al acto.

Es justo destacar que gran parte de la prensa española ha criticado la decisión del gobierno español, llegando en algún caso a calificarla de "lamentable infrarrepresentación de España en la toma de posesión de Dilma Rousseff" (EL PAIS).

Como ya son muchos los años que llevo observando y reflexionando sobre éste y otros temas relacionados con China, estoy convencido de que no pasará mucho tiempo antes de volver a leer y/o escuchar nuevas declaraciones a favor de esta famosa "triangulación".